martes, 26 de junio de 2012

EARTH DAY 2012

Creo que seriamente debemos hacernos una pregunta todos nosotros: ¿cuántos de verdad sabíamos que el día 21 de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Tierra?; ¿Quiénes de nosotros hacemos algo por ella, no solo ese día sino en realidad durante todo el año o parte de él? Según una encuesta de CNN, solo el 3% de los encuestados sabe que hay un día especial en nuestro calendario dedicado al cuido de nuestro planeta tierra. Me imagino que un porcentaje mucho menor a ese 3% realmente hace algo y de verdad sabe que si entre todos, decidida y dedicadamente hacemos algo sobre una de las tantas cosas que afectan a nuestro planeta, su vida útil se podrá alargar en vez de irse reduciendo poco a poco como lo está haciendo ahora. No con ello quiero decir que en tres años no habrá comida o algo así. Estoy diciendo que ya todos estamos sintiendo los efectos de un calentamiento global, los cambios climáticos, los fuertes impactos de unos fenómenos como los son El Niño o La Niña - que si bien existen desde hace muchos años nunca se habían sentido como ahora. Estos cambios climáticos son los responsables, en cierta medida, de las grandes sequías en una parte del planeta (sus consecuencias son las grandes masas de millones de personas trasladándose de un país a otro por los desiertos de Africa y muchos hemos ya visto las imágenes de los niños y madres muriendo en el camino), mientras observamos las enormes inundaciones y desbordamientos de ríos, quebradas y lagos del otro lado del Mundo que destruyen y acaban con poblados enteros.

Los que tienen tiempo siguiéndome saben que llevo tres años escribiendo sobre el tema. Tres años donde uno quiere concientizar a la gente, amigos y nuevos conocidos sobre la importancia de cuidar a nuestra gran casa, nuestro planeta. Sabemos que no es fácil pero hay ciertas cosas que uno inclusive hoy en día no entiende. ¿Será que la desidia, los discursos políticos que no han cambiado en 30 años, la continua demagogia y tantas otras cosas, no le permiten a los gobiernos y a la población en general de verdad ocuparnos de nuestro planeta? En un juego de fútbol de unos pequeños, un niño de 9 años le dice a su entrenador que tiene mucha sed y éste le dice que espere su turno; el niño le vuelve a decir que tiene sed y que es importante y el entrenador le contesta “pero tu agua no debe ser más importante que la que necesitaría un pez en el desierto”.  Esto bien puede sonar un poco exagerado, pero llega un momento que hay que ser exagerado para que logremos entender lo que queremos transmitir.

jueves, 21 de junio de 2012

Los días de la Vida

Hay días en que estamos realmente felices y no nos damos cuenta de ello, pero solo hace falta un detalle, un cambio en nuestro rumbo, para que sepamos que no aprovechamos la felicidad que tenemos a nuestro alrededor. Siempre nos quejamos, de todo. Que si hay calor o hay frío, que si tengo mucho trabajo o si me duele algo o si me incomoda alguien o si no tengo el espacio que necesito. Siempre inconformes, siempre quejándonos con nosotros mismos, con los demás, de los demás y así se nos van los días, uno tras otro.

La verdad, no nos damos cuenta de la cantidad de cosas bellas que tenemos a nuestro alrededor, de la maravilla del mundo en el que vivimos o de lo que increíble que es la gente que nos rodea. No nos damos cuenta, hasta que ya no los tenemos, hasta que no vemos ese mundo, hasta que perdemos a esa persona o a ese ser querido. ¿Cuántas veces quise llamar a ese amigo que nunca llamé, o no visité a ese compañero que nunca visité o no escuché a esa tía que nunca escuché?; ¿Cuántas veces perdí el norte de mi vida, el rumbo del camino o lo esencial de lo que más importa en mi vida? A veces nos recordamos de ello brevemente, pero es tan solo un recuerdo que se disipa con el despertar de un nuevo día y a la final, regresamos a nuestra rutina diaria, como si nada hubiera pasado, pero con el dolor interno de encontrarnos en una situación diferente, sin ese gran amigo que ya no está, o ese ser querido que ya se me fue.

Pensemos en quienes tenemos aquí con nosotros y en todo lo que podemos hacer por ellos, en todo o en lo poco que podemos contribuir para que sus vidas sean más fáciles y felices y así la nuestra también será más feliz y alegre. Nada da mas alegría que dar, pues al dar sabemos que recibiremos algo a cambio: una sonrisa, un abrazo, un cariño o un gran amor.

Siempre es duro preguntar el porqué, el no entender porqué pasó y porqué debió ser. Solo Dios sabe el porqué verdadero y solo El nos ayudará a soportar el peso de un dolor que aparenta ser inentendible. Solo el tiempo nos podrá explicar y ayudar a sanar esas heridas que solo nosotros entendemos y llevamos por dentro y serán los recuerdos los que mantendrán nuestra memoria los ratos agradables, las risas interminables, los buenos consejos y todas las cosas bellas de aquel quien ya dejó este mundo para ir, como siempre me dijo, a un lugar mejor.

En memoria a mi tío Víctor Antonio.

Hoy es un día para recordar y en un próximo día seguiremos motivando.

sábado, 9 de junio de 2012

Let the Flowers Grow

Escuchando una canción en estos días que decía lo que digo en el título, Let the Flowers Grow, me vinieron a la mente una serie de pensamientos que quisiera compartir con ustedes. Muchas veces ni siquiera nos detenemos a ver a la flor que tenemos en casa. Esa flor puede ser cualquier flor que tengamos en nuestra jardinera, puede ser nuestro ser más querido, pueden ser nuestros hijos, inclusive pueden ser hasta nuestras relaciones personales.

Como seres humanos crecemos en un mundo rodeados de gente, rodeados de relaciones, ojalá todas buenas, pero sabemos que siempre vamos a tener de las buenas y de las no tan buenas también. Pero somos nosotros quienes debemos fomentar y hacer crecer nuestras relaciones buenas, buscar las mejores y crear las excelentes. Solo nosotros podemos hacer crecer esta flor, esta planta o ese gran árbol que vamos a tener floreado al lado de nosotros para el resto de nuestra vida.

La semilla que sembremos hoy, la tenemos que cultivar para ver laplanta o el árbol crecer y luego poder llegar a ver sus frutos y sus flores por muchos años.

Esa debe ser una de nuestras metas personales, querer a nuestros seres más queridos, cultivar los lazos que nos unen a ellos, ver como crecen y se desarrollan con nuestra ayuda y a la final, guiarlos en el camino correcto, dejarnos guiar por ellos y en conjunto todos ser lo mejor posible.

Solo así lograremos lo mejor, solo así seremos nosotros mejor. Así que solo let the flowers grow.

LV

La disciplina de correr: mente y el cuerpo para lograr el máximo rendimiento

Correr no es sólo una actividad física; es una disciplina que requiere dedicación, compromiso y un equilibrio armonioso entre mente y cuerpo...