“Liderar con propósito también es cuidar la Tierra. Porque no hay futuro sostenible sin conciencia presente.”— Luis Vicente García
En este Día Mundial de la Tierra 2025, el mundo nos exige
más que conciencia: nos exige acción, coherencia y una transformación
profunda de la manera en que vivimos, producimos y nos relacionamos con el
entorno.
Este año, me detengo a reflexionar sobre tres ideas clave
que nos invitan a actuar desde donde estamos, con lo que tenemos, empezando
hoy:
🌱 1. Regresar a lo
esencial
En medio del ruido digital y la velocidad de la vida
moderna, a veces olvidamos lo más sencillo: respirar aire limpio, ver una
montaña a lo lejos, oír el canto de un ave. Cuidar la Tierra comienza cuando
volvemos a valorarla. Cuando dejamos de verla como un recurso y comenzamos a
tratarla como un ser vivo que nos sostiene.
Volver a conectar con la Tierra empieza con observar,
agradecer y respetar lo que nos rodea.
Recomendaciones prácticas:
- Sal
a caminar sin prisa por un parque, jardín o sendero natural. Escucha y
observa.
- Haz
una pausa diaria para mirar el cielo, oler una flor o tocar una planta.
- Enseña
a los niños (o reaprende tú) a sembrar una semilla y verla crecer.
- Apoya
espacios de conservación o voluntariado ecológico en tu comunidad.
- Dedica
un momento diario a agradecer algo de la naturaleza: el agua, la luz del
sol, la sombra de un árbol.
🔄 2. Cambiar nuestros
hábitos con intención
No se trata solo de reciclar o usar menos plástico —aunque
eso también importa—, sino de revisar nuestras decisiones diarias: ¿De dónde
viene lo que consumo? ¿Cómo me muevo? ¿Qué impacto tiene mi estilo de vida?
Cada pequeño cambio suma. Y si lo hacemos con propósito, el cambio se
multiplica.
La sostenibilidad comienza en casa, en nuestras decisiones
cotidianas. No se trata de perfección, sino de conciencia y compromiso.
Recomendaciones prácticas:
- Reduce
el uso de plásticos de un solo uso. Lleva tu bolsa, termo o cubiertos
reutilizables.
- Prefiere
productos locales y de temporada. Apoya la agricultura responsable.
- Ahorra
agua: cierra el grifo mientras te cepillas los dientes o lavas los platos.
- Revisa
tu consumo eléctrico: apaga luces innecesarias, desenchufa cargadores.
- Usa
menos el carro: camina, usa bicicleta o transporte compartido cuando
puedas.
Como formadores, líderes, padres o ciudadanos, tenemos la
oportunidad de influir en la comunidad, de cambiar el comportamiento y de
transformar vidas. De conversar sobre sostenibilidad, de promover una economía
más circular, de apoyar causas ambientales y, sobre todo, de inspirar a otros -sobre
todo los jóvenes- con el ejemplo. El planeta no necesita solo discursos;
necesita manos que siembren, voces que defiendan y corazones que amen la vida
en todas sus formas.
No basta con hacer lo correcto en silencio. Necesitamos
contagiar entusiasmo, sumar voces y construir una nueva cultura de respeto por
la Tierra.
Recomendaciones prácticas:
- Comparte contenido positivo y educativo sobre el cuidado del planeta.
- Crea espacios de diálogo sobre sostenibilidad en tu entorno familiar o profesional.
- Invita a tus hijos, sobrinos o alumnos a ver documentales o leer cuentos sobre la naturaleza.
- Participa en jornadas de limpieza, siembra o reciclaje.
- Sé ejemplo: actúa con coherencia, habla desde la acción.
Este Día de la Tierra, más que una fecha, es una
invitación.
Una invitación a vivir con gratitud por el planeta que tenemos; a caminar con
respeto; y a construir un futuro donde desarrollo y naturaleza no sean
opuestos, sino aliados.
Porque cuidar la Tierra no es una tarea de ambientalistas.
Es una responsabilidad de todos los que queremos seguir llamándola hogar.
Feliz Día Mundial de la Tierra.
Hoy es un buen día para volver a sembrar. 🌿