En ocasiones me refiero a una
frase que no sólo me gusta mucho sino que además la utilizó en mis
presentaciones o conferencias. La frase dice textualmente “Success is a Journey, not a destination.” Si quisiéramos traducir
esta frase a nuestro idioma podríamos decir que el ‘éxito es un viaje, no es el
destino’; y es que a lo largo de nuestras vidas, tanto desde el punto de vista
personal como el profesional, todo viaje nos lleva por distintos caminos e
inclusive no lleva hacia algunas aventuras que ni siquiera hubiéramos pensamos
con anterioridad; y mientras todo eso ocurre, no hemos llegado a nuestro
destino.
El mismo día que mi amiga
profesora me dijo que tendría que ver con algo relacionado al Camino a Santiago,
me regalaron un ejemplar de un periódico que mensualmente hace una de las
cámaras sectoriales que funciona aquí en Venezuela. En las últimas páginas de
esa publicación encontré un corto artículo titulado “Buen Camino de Santiago”
de Astrid Lander. En el mismo la autora nos describe parte de la travesía que
pasa por iglesias romanas, monasterios, bosques y campiñas, con vistas a
montañas nevadas hasta que se llega al nivel del mar. A lo largo de este camino,
según relata la autora, hay escritos que uno puede leer o leyendas que se
pueden escuchar como una que dice que caminando se atraviesa por ‘donde se
cruza el camino del viento con el de las estrellas’. El camino a Santiago de
Compostela no sólo es el recorrido más largo de Europa, sino que las personas
que lo realizan lo hacen de manera muy diferentes, ya que uno puede ser una
persona sola o lo puede hacer en grupo; y además lo hacen deportistas, gente
que sólo va de paseo, artistas que se quieren inspirar, así como todos aquellos
que quieren hacerlo desde una perspectiva más espiritual.
Para mí, en lo personal, alcanzar
el éxito o las metas que nos hemos trazado se inicia con una decisión muy personal,
la de tomar acción; eso luego nos lleva a dar un primer paso, ese primer paso
que no importa si se da un jueves por la tarde, o en una mañana lluviosa o
soleada, porque lo importante es hacerlo; es decidir a dar ese primer paso e iniciar
la acción. Como dice un viejo proverbio chino ‘un viaje de 1000 millas comienza
como un primer paso’. Y tenemos que ver el viaje o el camino como eso que se
inició, por lo cual vamos creciendo y aprendiendo, a través del cual
encontramos experiencias fáciles o difíciles pero que de una u otra forma nos
enseñan a entender y a interpretar lo que nos va sucediendo durante el
recorrido; en cierta medida nos moldea en lo que llegamos a ser. Aquellos que
recuerden todavía las últimas semanas cuando el equipo Cumbres llegó a la cima
del monte Everest, se nos relataba de ese lado del planeta que en una
conversación que tuvieron sus integrantes con un monje tibetano - lo cual es
parte de la tradición - antes de emprender ese viaje, una de las frases que más
les impactó y que el monje les dijo fue que la meta es el camino. Esa
frase no sólo lo dijeron en la entrevista que les hicieron por radio vía
satélite, sino que también la publicaron luego en el bello libro que hicieron sobre
ese viaje, esa aventura. A veces no nos damos cuenta que la verdadera meta es
mantenernos en el camino, ya que pensamos o actuamos sobre muchas otras cosas
que a la larga nos pueden desviar del mismo. Inclusive no nos damos cuenta de
que si bien la meta debe seguir siendo la misma, las estrategias para
alcanzarla deben ajustarse, las acciones deben a veces reenfocarse y debemos
detenernos inclusive a veces, para repensar cómo la vamos a alcanzar. Pero lo
más importante aquí y siempre es mantenernos por el camino que hayamos decidido
emprender, pues ese es el camino que nos va a llevar a la meta cual éxito que
queremos alcanzar.
Desde un punto de vista diferente,
ese camino es la vida a través del cual vamos creciendo, aprendiendo y teniendo
todas aquellas experiencias que luego llamamos nuestra propia vida; y es
importante recordar que debemos ir dejando huellas a lo largo de ese camino. A
veces iremos muy tranquilos o a veces preocupados; en momentos sabremos hacia
dónde vamos pero a veces tendremos temor o dudas acerca de lo que estamos
haciendo. Y en algunas ocasiones quizás hasta no vamos a entender lo que sucede
a nuestro alrededor. Pero una cosa sí es cierta: si estamos seguros de lo que
queremos, si nos ponemos metas, si reconocemos donde estamos y definimos como
queremos llegar a ese lugar que hemos definido como aquel que vamos a alcanzar,
siempre y cuando nos mantengamos en el camino correcto le vamos a llegar.
Porque aquí el esfuerzo, la dedicación y el mantenernos en el rumbo correcto
eventualmente nos van a llevar al éxito y alcanzar las metas que nos hayamos
trazado. En pocas palabras caminando por el camino correcto y sobre todo
disfrutando el viaje mientras lo hacemos, vamos a llegar hasta el destino que
queremos y que hemos definido cada uno de nosotros. No será fácil, pero si nos
lo proponemos lo vamos a lograr.
Todo viaje, todo camino, todo
proceso de aprendizaje es una evolución. El artículo antes señalado indica que
el poeta griego Kavafis escribió: ‘lo que
importa es el camino en sí, no importa a donde llegues, sino el recorrido
mismo’. A muchos si les importará el destino; a otros les importará más el
nivel (físico, intelectual, espiritual, etc.) que han alcanzado; a unos pocos
les interesará hacer ese viaje con una mente abierta, lista para aprender de
los errores o equivocaciones, para aprender de las experiencias y para llegar a
tener el conocimiento que los lleve por el camino correcto de sus viajes y de
sus vidas. Para mí, lo más importante es darnos cuenta del aprendizaje y las
experiencias que vivimos en el camino, las cuales nos mejorarán como personas y
como profesionales en cada una de nuestras áreas.
Por ello siempre recuerden que
cuando decimos que el éxito es un viaje y no un destino, también podríamos
estar diciendo que es nuestra propia vida la que es un viaje y no sólo un
destino; y cuando lo hagan no sólo disfruten el viaje, sino compártanlo con sus
familias y sus amigos, con extraños y desconocidos, porque compartiendo nuestra
vida y compartiendo nuestras metas, siempre lograremos alcanzar nuevos éxitos.
En pocas palabras, ‘la meta, es
el camino’.
Seguiremos motivando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario