Hay muchas cosas que no tienen explicación. El por qué estoy donde estoy hoy y no dónde pudiera haber estado a veces no tiene explicación, aunque en otras ocasiones si existe una razón lógica a lo que nos sucede, dependiendo de la perspectiva con la que se vea. Y es que al final, nos debemos dar cuenta, de una manera muy importante, que somos nosotros mismos quienes nos proponemos, determinamos y decidimos estar dónde estamos hoy. Y si no nos gusta donde estamos, entonces debemos preguntarnos: ¿y que hemos hecho nosotros – sí, nosotros – para cambiarlo?; y luego, ¿por qué no lo hemos hecho?
Hago esta pequeña introducción para que nos demos cuenta de que hoy estamos en un lugar y momento diferentes al que estábamos en febrero del 2013. Un lugar diferente y en un momento diferente pues nuestras decisiones pasadas son las que nos traen al momento y lugar en el que nos encontramos.
Pues hoy he tenido un momento mágico; he tenido la grandísima oportunidad de escribir este artículo desde el Walt Disney World (WDW) Resort. Para quienes me conocen saben que he seguido la trayectoria de la empresa y más aún de su fundador desde hace varias décadas. He estudiado su estilo de liderazgo y su manera de atender al público. He visto como no se llaman empleados sino miembros del elenco. He estado dentro de los parques y hasta detrás de las escenas. He podido verlo desde las atracciones o paseando por el “Magic Kingdom” desde sus sótanos, en una visita maravillosa hace ya algunos años. He podido ver y entender lo que es crear magia.
Y es que crear MAGIA es algo único, a veces difícil de explicar o definir. Es esa magia que vemos día tras días en una sonrisa, unos buenos días, un gesto amable, una atención cordial, un apoyo, un abrazo, un buen comentario, un simple ‘estar allí’ y tantas otras cosas que sí nos deben hacer creer que las cosas si pueden ser buenas y correctas. Es darnos cuenta que la magia la creamos nosotros mismos. No alguien más, no una empresa (que por supuesto ayuda si su cultura está orientada a hacerlo), no es una sociedad completa, sino que somos cada uno de nosotros, de manera individual, como personas, que luego ayudamos y contribuimos a una mejor sociedad. Y lo hacemos desde nuestro esfuerzo diario, nuestra actitud personal y desde nuestra forma de ser. Lo hacemos como estudiantes, trabajadores, padres y como miembros de una sociedad. Y lo hacemos solo si estamos decididos a hacerlo; decididos a crear esa magia que podemos tener todos por dentro, pero que muy pocos ponemos en práctica y que muchos casi nunca la sacan de dentro de sí. Es, en pocas palabras, hacerla crecer y desarrollarse. Quienes lo hacen, aprenden continuamente. Las empresas que lo hacen crecen y evolucionan hasta tal punto que siguen innovando todos los días.
Fácil no es; en realidad nada lo es. Recuerden que el camino a la felicidad es eso, un camino, Que el éxito es un viaje, no un destino. Que nuestro futuro lo definimos nosotros, no hoy, sino con las acciones que hemos decidido tomar y hacer desde hoy o desde hace meses o años. Y es por ello que el estar compartiendo con gente de tres continentes diferentes, en una noche mágica, en primera fila frente al lago, viendo como nunca antes había podido ver los fuegos artificiales en el show “Illuminations” en EPCOT Center, es algo verdaderamente mágico.
Y esa magia es simplemente darnos cuenta que somos nosotros quienes tenemos la capacidad, la libertad y la posibilidad de crearla. No hay más nadie quien lo puede hacer por nosotros; y no se lo debemos dejar o delegar a más nadie. Solo lo podemos hacer, alcanzar y lograr nosotros mismos; es darnos cuenta que es nuestra responsabilidad, siempre y cuando nos lo propongamos. Y en un lugar mágico de por sí, debemos estar seguros que sí podemos crear más magia. Ese lugar mágico no tiene que ser WDW. Ese lugar puede ser nuestro hogar o nuestra casa; nuestra familia y nuestros amigos; nuestra empresa o nuestro negocio o el lugar que hayamos escogido. Y es que desde donde estemos, donde nos encontremos, debemos estar seguros que si podemos crear esa magia, de la que crea ese “Pixie Dust” de Campanita.
No es tampoco que no me dé o no nos demos cuenta de nuestras situaciones reales, o de nuestros complejos entornos o de las dificultades que tenemos. Por supuesto que debemos conocer todo ello y entender que algunas cosas si las podeos solucionar y otras no; es comprender, tan solo, que si nos decidimos a hacer algo debemos terminarlo y no dejarlo por la mitad del camino. Es decidir a alcanzar nuestras metas y no a abandonarlas, como hace el 98% de la población. Es, en pocas palabras, darnos cuenta que sí somos capaces de hacerlo y de que sí lo podemos hacer. Es estudiar y prepararnos continuamente para ampliar nuestros conocimientos y nuestros horizontes con el fin de llegar cada vez más lejos.
No es por estar hoy aquí o no estar allá; no es el criticar a quienes con su trabajo han alcanzado mejores posiciones que nosotros, sino darnos cuenta del esfuerzo que ponen día tras días al enfrentar los problemas y buscar las soluciones; es conocer que nuestros límites los ponemos nosotros mismos y que si queremos solucionar nuestros problemas o nuestras situaciones, somos nosotros quienes debemos reaccionar. Es entender que esa es la magia que nosotros creamos. Todos somos capaces de hacerlo. Algunos no lo creen; pues los invito a que busquen la manera de hacerlo. Otros dirán que no es su trabajo; pues sí lo es. Y es que crear magia, día tras día de por sí es un trabajo arduo y complejo, pero muy gratificante y nos corresponde a todos, por más pequeña que sea.
Busquen la manera de que su actitud sea más positiva; busquen la forma en que sigan motivados aunque el entorno no ayude y sobre todo, estén decididos a triunfar, creando la magia necesaria que cada uno pueda crear. Solo así podremos decir que en todo mundo mágico si podemos seguir creando mucha más magia.
Seguiremos Motivando. Luis Vicente!
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