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No; no es mi cumpleaños, no estoy terminando
ningún curso (aunque siempre trato de estarlo) y tampoco he tenido ningún cambio
importante más allá de necesitar algo de descanso luego de casi tres meses de
confinamiento. Lo que sucede es que como las matemáticas no fallan, mi cálculo
me dice que hoy cumplo 700 meses. Pero, ¿y qué significa eso?
Hace 700 meses, unos más y unos
menos, fue 1962. Ese año John Glenn
le dio tres vueltas al mundo en la nave Friendship
7, la primera entrega de las películas sobre James Bond debutó en el cine con el actor Sean Connery en Dr. No, los Beattles
lanzaron su disco Love Me Do, abrió las
puertas el primer Taco Bell en
California, los video casetes se inventaron, y bueno, nací yo.
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Hoy, 700 meses más tarde, nos
encontramos en medio de una transformación tecnológica y virtual que nos ha
llevado a usar una especie de teletransportadores digitales - para mí las
plataformas que nos permiten comunicarnos vía web en todos los sentidos y direcciones
- que a pesar de estar en cuarentena nos mantienen comunicados. ¿Cómo lo
hacemos? Eso se lo dejo a los técnicos y los inventores, pero mientras tanto
vale la pena recordar que todos hemos tenido que aprender a comunicarnos a través
de métodos virtuales en estos últimos meses; y no es lo único que estamos
aprendiendo.
Pero el 2020 si bien será recordado
por ser un año de pandemia, también ha tenido algunas cosas que vale la pena
recordar. El half time show del
Superbowl con J. Lo y Shakira, el lanzamiento del cohete Falcon-9 con el que la cápsula de la NASA-SpaceX Demo-2 y además,
para mí en lo personal, a pesar de ciertas dificultades y agresiones vistas en
esta última semana, hemos visto quizás un caso muy especial que podríamos
llamar la humanización de la sociedad
en la que hemos visto mayor colaboración, solidaridad y apoyo entre los
vecinos, amigos y hasta con desconocidos.
En resumen, para mi han sido 700 meses
de crecimiento y aprendizaje, desde aquel primer día de clases en el que mi
mamá me dejó en el colegio, hasta hoy cuando ya como esposo, padre y gerente de
una gran organización me dedico a seguir creciendo y ayudar a otros a que sean más
eficientes y a que tengan un mejor desempeño. Vivir en este 2020 es algo que
nos ha tocado por haber nacido justo para este momento.
Hagamos que lo negativo lo veamos como aprendizaje, que la crisis la veamos como posibilidades, que las dificultades las veamos como oportunidades y que los retos sean para crecer.
Que todos celebremos 700, 1.000 y más meses siendo amigos y sobre todo,
miembros de una sociedad justa y sostenible.