Hace unas semanas atrás mi mamá me hizo un comentario acerca de lo diferente que uno veía el tiempo a mi edad y a su edad y eso por supuesto me hizo pensar e investigar. Pues resulta que sí es cierto que a lo largo de la vida una persona ve el tiempo de diferentes maneras. Un niño, por ejemplo, tiene una visión extremadamente cortoplacista, ya que su visión llega hasta el siguiente fin de semana para poder jugar o ver TV libremente. Un joven o universitario puede tener un plazo un poco más alargado al pensar en los períodos de vacaciones escolares mientras, que un muchacho recién graduado comienza a ver el tiempo en períodos o plazos de un año, ya que es el momento en que le tocan las vacaciones del trabajo y en realidad todo gira en torno a eso.
Por esta razón es que suena tan extraño cuando a un joven de 24 años le hacen la siguiente pregunta: ¿dónde te ves dentro de 5 o 10 años? A esa edad me la hicieron a mí por primera vez y la verdad es que ni siquiera en ese momento sabía dónde iba a estar trabajando uno o dos meses más adelante, menos iba a poder saber donde quería yo estar 5 o 10 años más tarde. Falta de visión o curiosidad, tal vez. Pues esa fue la primera vez que me hicieron esa pregunta y no ha sido la única. De allí en adelante en entrevistas, conversaciones, libros y diversas ocasiones sale el tema de dónde quiere estar o cómo se ve uno en 10 o 15 años. Y es entonces cuando uno llega a los 40 o 50 años de edad cuando en realidad comienza a utilizar todos los conocimientos supuestamente aprendidos luego de 20 o 30 años de trabajo y comienza a planificar, a trabajar en lo que realmente quiere para él o ella, para su familia, para su entorno y en tantas otras cosas en las que uno trabaja o se empeña en trabajar, que a veces pareciera que uno se olvida hasta de vivir.
Pues resulta que de repente llegamos a los 60, a los 70 y a los 80 años de edad y sin darnos cuenta, tenemos la edad de nuestros abuelos, de nuestros padres y ahora es nuestra edad. Ya no podemos planificar a 20 años, cierto? Ya no podemos tener una visión a muy largo plazo; es verdad. Y es entonces que nos damos cuenta que regresamos a tener una visión del tiempo un poco más corta, algunos solo a 10 años, otros un poco más.
Y es aquí donde llega un tema que creo que es lo más importante o lo más crucial de todo lo relacionado con el manejo del tiempo tal y como yo lo veo ahora. Lo que les trato de explicar es que a lo largo de nuestra vida, independientemente que tengamos 40, 60 u 80 años, lo importante no debe ser la cantidad del tiempo, ni como se nos fue, ni lo que hicimos con él o si verdaderamente lo aprovechamos o no. Lo importante y verdaderamente crítico es darnos cuenta de que lo que todavía tenemos por delante es un número de años que los debemos invertir, que los debemos desarrollar en cierta forma para que los demás, los que nos han acompañado y seguirán acompañándonos a lo largo de toda nuestra vida disfruten con nosotros, se desarrollen con nosotros y participen con nosotros en esta nueva etapa de nuestra vida. Sí, la llamo una nueva etapa en nuestras vidas, pues ya no es el tiempo per se, no es la cantidad de tiempo que tenemos o no es el cómo nos vemos en 5 o 10 años, es más bien cómo será la CALIDAD DE MI TIEMPO de ahora en adelante! Ahora bien, el término Calidad se une perfectamente con uno de los términos que utilizo frecuentemente, nuestra Actitud, y al unir estos dos términos pienso que podemos crear algo que puede ser realmente poderoso:
ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL TIEMPO Y LA CALIDAD EN QUE USEMOS NUESTRO TIEMPO, LO QUE TENDRA UN ENORME IMPACTO EN NUESTRO COMPORTAMIENTO Y EN LO QUE NOSOTROS DECIDAMOS SER EN NUESTRO FUTURO.
Si bien el horizonte que algunos estaremos viendo será más largo en unos casos que en otros, es muy importante reconocer que el comportamiento que tengamos hoy tendrá un gran impacto en nuestro futuro. Debemos saber lo que nos importa y quienes nos importan. Debemos prepararnos para lo que nos pueda tocar en el futuro, sea en lo personal, en lo laboral, en lo financiero o en cualquiera de las tantas facetas de la vida cotidiana y tan agitada que llevamos hoy en día.
Hace un tiempo atrás leí un libro titulado The Next Millionaires escrito por Paul Zane Pilzer en 2006, en el cual el autor exponía sus ideas para explicar que en los países desarrollados dentro de 10 a 15 años el 50% de la población va a pasar más allá de los 90-93 años de edad. Si eso es cierto, ¿no nos quedan entonces muchos años por delante independientemente de la edad que tengamos actualmente? Por definición, todo lo que es importante hoy y todas nuestras acciones de hoy tienen consecuencias potenciales en el largo plazo. Entonces debemos pensar y actuar bien, debemos utilizar bien el tiempo, debemos usarlo en cosas realmente útiles y debemos no solo invertirlo correctamente sino con Calidad.
El tiempo es un activo muy valioso, ya que pasa una sola vez. Como dicen, tiempo pasado es tiempo ido; no vuelve más, es decir, no lo podemos recuperar. Por ende, ¿cuál es el mejor y más eficiente uso que yo le puedo dar a mi tiempo? ¿Por qué botamos o malgastamos el tiempo en vez de invertirlo como es debido? ¿Cómo puedo aprender a utilizar mejor el tiempo? Y aunque no menos importante, ¿cómo hago para no hacerle perder el tiempo a los demás? Estas y otras preguntas nos la debemos responder cada uno de nosotros por nuestra cuenta, pero siempre pensando en que le debemos dar una mayor y mejor “Calidad” al uso de nuestro tiempo.
Tiempo; Actitud; Calidad; Comportamiento. Solo son cuatro palabras que cuando las ponemos juntas y las usamos bien dan resultados fabulosos. El tiempo es muy valioso, utilicémoslo correctamente y en el buen sentido y con la correcta orientación para obtener de él el mejor provecho.
“Este tiempo, como cualquier otro tiempo, es uno muy bueno, solo si sabemos qué hacer con él”
Ralph Waldo Emerson
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