La semana pasada les escribí un poco sobre la coincidencia de cuatro graduaciones en mi familia en tan solo 15 días. Los padrinos (mis cuñados) de la promoción de bachiller mi hijo, dijeron unas palabras muy emotivas, enriquecedoras y orientadoras a estos jóvenes de 17 o 18 años quienes desde ya comienzan a forjar su futuro.
El futuro está por venir. Pero lo mas importante es que somos nosotros quienes lo creamos. A continuación les dejo las palabras pronunciadas en el acto de grado de mi hijo Luis.
El futuro está por venir. Pero lo mas importante es que somos nosotros quienes lo creamos. A continuación les dejo las palabras pronunciadas en el acto de grado de mi hijo Luis.
Felicidades y seguiremos motivando.
Luis Vicente
QUERIDA
PROMO XX
Hoy dan un paso más hacia adelante, dejando atrás
lo que fue su segunda casa por 11 años. Aquí quedan sus profesores, los padres
y hermanos y el resto del personal del colegio, gracias a
quienes, con su maravilloso aporte, el esfuerzo de todos ustedes y el de sus padres,
hoy salen por esa puerta como hombres íntegros y responsables, preparados, sin
duda, para arrancar una nueva etapa de sus vidas.
Allá afuera les esperan miles de cosas nuevas.
Nuevas experiencias, nuevos amigos, pero sobre todo les espera el reto de
prepararse para construir un país y un mundo mejor para ustedes y sus familias.
El reto de ustedes es superarnos a nosotros y ser
mejores padres, mejores cristianos, mejores ciudadanos y mejores profesionales.
Los años que pasarán en la universidad les servirán para culminar una etapa más
en la preparación para liderizar nuestro país.
A partir de hoy pasan de ser el futuro de nuestro
país para convertirse en el gran presente de Venezuela. Transiten este camino
con fuerza, entusiasmo, optimismo, confianza y, sobre todo, mucha constancia y
responsabilidad.
hagan lo que hagan, a partir de este momento
y por el resto de sus vidas...
· no dejen nunca de soñar, todo es posible,
· trabajen duro y sin descanso para convertir esos sueños y metas en
realidades.
· hagan las cosas bien y con pasión.
· sean constantes y perseverantes
· no tengan miedo a equivocarse
· aprendan de sus errores y no paren nunca de aprender cosas nuevas.
· diviértanse y celebren sus triunfos, y...
· crean siempre en ustedes y en su poder de lograr lo que se propongan
Ya para terminar queridos hijos, queremos compartir
con ustedes una breve historia titulada el helecho y el bambú, que obtuvimos
del blog 'motivando el futuro' de Luis Vicente García
(www.motivandoelfuturo.com), que esperamos les deje un mensaje que
recuerden siempre en sus vidas y que dice así:
Un día decidí darme por vencido…renuncié a mi
trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que
decían era muy sabio.
¿podría darme usted una buena razón para no
darme por vencido?, le pregunté
Mira a tu alrededor me respondió el anciano, ¿ves
el helecho y el bambú?
Si, respondí.
Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú,
las cuidé muy bien. El helecho creció rápidamente. Su verde brillante cubría el
suelo. Pero nada salió de la semilla del bambú.
Sin embargo, no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció más brillante y
abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
Pero no renuncié al bambú.
En el tercer año aún nada brotó de la semilla de
bambú.
Pero no renuncié al bambú.
En el cuarto año, nada salió de la semilla de bambú.
Pero no renuncié al bambú.
En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó
en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e
insignificante.
En el sexto año el bambú creció más de 20 metros de
altura.
Se había pasado cinco años echando raíces que lo
sostuvieran. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba
para sobrevivir.
El anciano entonces le dice al joven,
¿sabías que todo este tiempo que has estado
luchando, realmente has estado echando raíces?
El bambú tiene un propósito diferente al del
helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.
Nunca te arrepientas de un solo día de tu vida.
Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te
dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida.
La felicidad te mantiene dulce. Los intentos te
mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen
humilde. El éxito te mantiene brillante.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…. Quizás
sólo estás echando las raíces………………
Finalmente, pedimos a Dios y a la Virgen que les
den la sensibilidad necesaria para entender que la Venezuela que todos soñamos
es un país donde cabemos todos y en donde el respeto por los demás debe estar
grabado en el corazón de todos sus ciudadanos.
Ese país es posible y requiere de mucho trabajo y
de entender que sin esfuerzo y sin echar raíces, no se logra nada. Que dios los
bendiga a todos y guíe todas sus acciones y decisiones por el resto de sus
vidas.
Los queremos mucho.
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