En días recientes leí un artículo interesante que hablaba de los hábitos de la comunicación y el autor dedicaba gran parte del mismo a discutir y argumentar el porqué hoy en día la gente se comunica menos. Su conclusión es que no escuchamos. Eso en realidad no debe ser nada nuevo para nosotros, ya que desde que somos pequeños nos tratan de enseñar (aunque no lo queramos aprender) a ser buenos escuchando a los demás, a dedicar tiempo a oír, o a inclusive entender lo que los demás nos quieren decir. Tan solo un ejemplo, ¿cuántos nos recordamos del nombre de una persona luego del momento de cuando nos presentan? Algunos dirán que había mucho ruido, otros dirán que dijeron sus respectivos nombres al mismo tiempo. La verdad es que más del 70% de las personas no se recuerdan ni siquiera del nombre de las personas que acaban de conocer.
Ahora bien, ¿qué es la comunicación? Una de sus definiciones señala que comunicar es “to impart, to give to another, as a partaker, to confer for joint possession, to bestow, as that which the receiver is to hold, retain, use or enjoy. To impart as knowledge, to reveal, to give as information, either by words, signs or signals, as to communicate intelligence, news, opinions”. Una traducción ligera indicaría que comunicar es impartir como conocimiento, es revelar, es dar como información (mediante palabras, signos o señales), como comunicar inteligencia, noticias u opiniones.
A pesar del hecho de que hoy en día tenemos la mayor cantidad de posibilidades de comunicarnos, el mayor desarrollo tecnológico en lo que son tanto las telecomunicaciones sino toda clase de novedosos aparatos que nos permiten comunicarnos de maneras impensables solo hace cinco años, y del hecho de que todos ellos nos permiten comunicarnos casi de manera instantánea con personas en otros lados de nuestra ciudad, nuestro país o en el mundo, en la mayoría de los casos fallamos en nuestras comunicaciones personales, en nuestra forma de comunicarnos con los demás, en la manera de transmitir nuestros pensamientos y nuestras opiniones. Ya se está comentando que niños y jóvenes de hoy se comunican mejor a través del chat de los Blackberry y de los iPhones que de manera personal.
Antes de proseguir creo importante aquí definir lo que es una Comunicación efectiva. Si bien hay una variedad de definiciones, una muy sencilla nos indica que la Comunicación Efectiva es el acto de darse a entender correctamente bien sea de manera formal o escrita - o combinando esto con gestos corporales. Por otro lado, la Universidad de Maine publicó un boletín sobre Comunicación realmente interesante en el cual definió la Comunicación Efectiva dentro de un contexto en el cual primero define a la comunicación como un proceso simple pero complejo a la vez, en el cual diariamente mandamos entre 100 a 300 mensajes entre los cuales podemos contar “los mensajes que realmente enviamos, los que intentamos enviar pero no lo hacemos, la interpretación de nuestro mensaje de parte de la persona que los recibe, y nuestra reacción al intercambio de palabras, significados e interpretaciones”[1].
Es cierto que las comunicaciones son muy complejas; por ello debemos tratar de hacerlas más fáciles y entendibles para todos nosotros. Nos hablamos o comunicamos porque tenemos una idea, un pensamiento o un sentimiento que decirle a otra persona, ya sea en lo personal o familiar o en lo laboral. Esto ocurre a diario y si sucede unas 300 veces al día como se mencionó anteriormente debemos ser todos expertos en ello. Hablamos para relacionarnos, para crear amistades, para generar interrelaciones, para expresar nuestras emociones, nuestros acuerdos o desacuerdos, para compartir información o para convencer a otros acerca de nuestro punto de vista. Y para comunicarnos bien, tanto el hablar bien como el escuchar bien son indispensables. Alli es donde vuelve a entrar el tema de la Comunicación Efectiva, ya que básicamente es esa comunicación continua y diaria, sea escrita, oral o mediante gestos, que nos dará la confianza, respeto, aprendizaje y nos ayudará a alcanzar nuestras metas. Por ello no es muy complicado pensar que la Comunicación Efectiva es aquella que nos permita ser parte de un grupo de personas que entienda los temas importantes de nuestra realidad y tome las decisiones necesarias para llevar adelante los cambios efectivos que sean requeridos por nuestro grupo o por nuestra sociedad.
Hay un dicho conocido que dice que escuchamos solo la mitad de lo que oímos, entendemos solo la mitad de lo que escuchamos, creemos solo la mitad de lo que entendemos y recordamos solo la mitad de lo que creemos. Al final pareciera que no recordamos absolutamente nada, y esto sucede cuando la comunicación es instantánea, cuando tenemos los mayores avances tecnológicos de la historia y con todo y eso somos deficitarios en las comunicaciones interpersonales[2].
Una de las maneras de mejorar nuestra forma de ser es mejorando nuestras comunicaciones. Para ello es recomendable comunicarnos efectivamente, lo cual incluye tanto decir lo que queremos decir de una manera que se entienda, como escuchar activamente a quienes hablan con nosotros. Hablar, escribir así como nuestras posturas y nuestros gestos son todas partes integrales de una comunicación efectiva. El mejor uso de ellas hará que logremos una mejor Comunicación Efectiva y así obtener una mejor forma de entendernos entre todos.
Seguiremos motivando. LV
No hay comentarios:
Publicar un comentario