De verdad, nadie sabe lo que viene el año que viene. No hay mago que lo pueda adivinar. Si hay ciertas cosas que no cambiarán como la primavera y las estaciones que le siguen o como que después del día vendrá la noche; que tendremos épocas de frío y épocas de calor; que pasaremos individual o colectivamente por situaciones difíciles pero también por momentos muy felices, pero a la final, nadie nos podrá decir qué es - a ciencia cierta - lo que viene el año que viene. Y esto se traduce en que nadie nos puede decir lo que nos pasará a nosotros como personas el año que viene, por lo que podemos concluir que nadie nos podrá decir cómo vamos nosotros a vivir nuestras propias vidas desde enero (o desde hoy) en adelante. En pocas palabras, los únicos que podremos decidir acerca de lo que nos pasará el año que viene (por supuesto aquí no me puedo meter ni con la salud personal ni con las situaciones que ocurran con el medio ambiente) somos cada uno de nosotros; es decir, somos nosotros mismos - sí, solo cada uno de nosotros - quienes decidiremos cómo vivir el resto de nuestras vidas, pero en especial este año 2011 que está por comenzar.
Ya no nos llegan tarjetas de Navidad aunque de repente algunos mensajes digitales. Ya los Santas bailan en nuestras mesas de noche. Desde hace años los arbolitos de Navidad son artificiales pero a la final, el espíritu de la Navidad sigue intacto en muchos de los hogares, aunque los miembros de nuestras familias estén lejos y nuestros amigos se hayan ido a otros países o hayan cambiado a lo largo de los años. Y a pesar de todo, debemos vivir ésta época del año disfrutando la Navidad y con las esperanzas puestas en el año que viene. Un año 2011 que debe venir lleno de nuevas metas, de optimismo, de oportunidades, de decisiones, de acción, de actitud positiva, de motivación personal, de aprendizaje continuo y de tantas otras cosas – todas positivas – que como ven, son un resumen de lo que les he querido transmitir con mis sencillos escritos en este Blog durante todo este año. Es en pocas palabras, un mensaje de optimismo, pero de realidades, un mensaje en el que les pido que se tomen las cosas en serio y aprovechemos lo bueno que tenemos alrededor, lo bueno que tenemos a nuestro alcance, que aprovechemos el tiempo, que no lo malgastemos, cosa que se ha convertido en lo más fácil del mundo.
Hace un año recibí un mensaje de esos modernos de la era digital; un mensaje de felicitaciones de año nuevo y que decía que estamos por iniciar un año nuevo “en blanco”. Lo bonito de ese mensaje es que nos decía que si, es verdad, se inicia un año nuevo y quizás con las mismas tradiciones de siempre. Pero, ¿cuál es la diferencia? La verdad, ninguna; solo el darnos cuenta de que el año que viene es un año que trae todos sus días por llenar. Es como un libro nuevo por escribir, con todas sus páginas en blanco, un libro para que nosotros escribamos lo que en él sucederá, para que escribamos y llenemos sus páginas día tras día, para que seamos sus protagonistas, para que seamos sus escritores, guionistas, productores y quizás hagamos una película si nos gusta el resultado. Veámoslo bien, será un año totalmente nuevo, sin ataduras, sin nada que venga de atrás (si queremos), en el que podemos dejar todo lo malo y traer solo todo lo bueno, siempre y cuando esa sea nuestra decisión; es un año en el cual podremos cambiar nuestra actitud y nuestra motivación, siempre y cuando eso sea lo que queramos; es un año 2011 que podemos llenar sus páginas o cada uno de sus días que todavía están por escribir, con nuestros sueños, deseos y anhelos. Son páginas y páginas o más bien, días y días en blanco por llenar, por escribir, para interpretar nuevos papeles, que deseo que sean interpretaciones que nos dejen algo positivo, nuevas amistades, alegrías y un poco más de valentía para tomar las decisiones que debemos tomar, para tomar las acciones que debemos emprender, para ser más proactivos y menos pasivos, para aprender más y perder menos el tiempo y tantas cosas tan positivas que podemos lograr en un año nuevo al igual que podemos hacer en un mes nuevo o en un día nuevo.
Si tomamos decisiones de año nuevo hagámoslas; si tomamos decisiones de una semana nueva, hagámosla. Luego diremos que la dejamos a medio camino. Los que me conocen en persona saben que me quité 13 kilos en año y medio (con sus altibajos si es verdad, pero me he mantenido); y ¿porqué? Porque me decidí a hacerlo y tomé las acciones para hacerlo. ¿Y cuando me decidí a hacerlo?, un día cualquiera. No fue un lunes como mucha gente dice o hace solo para dejar la dieta el martes. El mejor día para comenzar una dieta es hoy, no importa que día de la semana sea, al igual que el mejor día en que se toma una decisión es hoy, no importa qué día sea. Por supuesto que hay decisiones - como mudarse de un país - que hay que planificar, pero las decisiones simples o aquellas decisiones que den inicio a pasos o procesos de decisiones sencillas tómenlos, háganlos. Ustedes son quienes llenarán esas páginas del 2011 con sus acciones, no con las acciones de los demás, así que decidan bien, actúen bien, piensen bien y hagan el bien.
Este es mi último escrito de este año. Para mí ha sido un placer escribir y de verdad que les agradezco el que me hayan permitido entrar, así sea de a ratico, en sus pensamientos, en sus mentes, en poder compartir con ustedes algunas de mis ideas, que son solo eso, ideas que han dado vuelta en mi cabeza por tanto tiempo y que desde junio de este año decidí poner en este Blog que inclusive decidí llamar Motivando al Futuro, pues es algo que espero nos motive a todos a tener un futuro mejor.
En nombre de mi familia, les deseamos un fabuloso, increíble, motivador, venturoso, próspero y maravilloso año 2011 y que esas páginas en blanco que hoy están todavía por escribir se llenen con sus cosas bellas, con las cosas lindas que puedan hacer y, por qué no, con ideas innovadoras que les permitan disfrutar y celebrar plenamente la vida!!!
Feliz Navidad, Feliz 2011 y que Dios los bendiga a todos.
Luis Vicente