domingo, 27 de enero de 2019

Música que Inspira: Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho



La música puede ser algo increíble, inspirador, motivador, cautivante. La música nos puede transportar a lugares inimaginables, distantes y traernos de vuelta sin darnos cuenta. La Música es, en una palabra, algo espectacular.

Escribo estas palabras pues ayer fue el concierto inaugural de la trigésima temporada de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho. Una orquesta, que según palabras de su presidente Manuel Torres “ha tenido muchos altos y bajos, sobre todo bajos” con el pasar de los tiempos, pero que a pesar de la difícil situación del país logra inspirarnos cada vez que salen a escena. Y ayer no fue la excepción. Una orquesta, ya de grandes amigos, quienes con cada temporada nos siguen demostrando lo valioso del talento venezolano.

Bajo la magistral batuta de la maestra Elisa Vegas se llevó a cabo este concierto inaugural de la temporada 2019. La orquesta, conformada por jóvenes músicos de diferentes zonas de Venezuela, con diferentes backgrounds y de altísima calidad musical, nos brindó un maravilloso concierto sinfónico donde el programa, finamente escogido para la ocasión, nos permitió transportarnos, viajar y disfrutar de bellas composiciones orquestales. La obertura-fantasía de Romeo y Julieta de Tchaikovski dio inicio al concierto con una bella melodía de una historia de amor que sirvió para iniciar un viaje de inspiración. Le siguió la Sinfonía No. 104 de Joseph Haydn en la cual hubo fabulosos momentos que convirtieron a la sinfonía en una interacción continua de solistas. Los solos de la flauta, el oboe y el violín fueron una sorprendente sorpresa.

Y el concierto finalizó con una de las principales obras del compositor italiano Ottorino Respighi en la que cada movimiento retrata los pinos de Roma a lo largo del día. El momento más importante se mantuvo para el final, donde desde los juegos de los niños en los jardines hasta la repentina oscuridad de las catacumbas, la orquesta fue excepcional al cambiar la intensidad de la música moviéndose entre grandes clímax y una suave combinación del sonido del ruiseñor. Todo ello nos preparó para la llegada de las legiones romanas a lo largo de la Via Appia, cuando la maestra Vegas realmente dejó que la orquesta sonara libremente, con toda su fuerza y surgieran resplandecientes sonidos de todos los instrumentos y sobre todo los de viento, incluso detrás del publico que con asombro escuchaba uno de los finales más impactantes de la música clásica o, como me dijo la propia directora, un final “Colosal”.

La música es un arte, cuyo origen vino de la antigua Grecia donde se reunía junto a la poesía y la danza como un mismo ser. De allí que hoy día tengamos bellas melodías acompañadas de excelentes movimientos artísticos.  Para algunos la música es la ‘combinación de sonidos y silencios basados en los fundamentos de la melodía, la armonía y el ritmo’; pasando por un proceso cultural, para llegar a ‘suscitar en el oyente una experiencia que refleja sentimientos’.  Celebrar 30 años de vida en la Venezuela actual es un acto de proeza, un gran logro y sobre todo un gran compromiso con el país, el público y en especial los músicos y quienes laboran en esta maravillosa orquesta Gran Mariscal de Ayacucho. Gracias por brindarnos la oportunidad de escuchar un maravilloso concierto y felicitaciones por lo que estoy seguro será un año maravilloso de grandes emociones y de muchas celebraciones.

Luis Vicente García G.



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