Hace más de un año me propuse a escribir sobre nuestros sueños personales y particulares y una primera aproximación al tema tuvo sus interrupciones con temas diversos como lo que piensan los jóvenes, o cumpliendo nuestras metas o temas de liderazgo. Pero llega un momento en que tenemos que detenernos a pensar en nuestros sueños, en lo que queremos en realidad, como personas, como jóvenes, niños o adultos, en cualquiera de nuestros roles de profesionales, trabajadores, padres o abuelos. Esos sueños que tuvimos de pequeños, al ser estudiantes o esos sueños que hoy en día no hemos alcanzado y por lo que todavía debemos luchar. A esos sueños les dedico el artículo de hoy.
Muchas veces no sabemos dónde nos encontramos y en este caso no me refiero a nuestra ubicación física sino más bien a nuestro ser interior. Vemos a otros tener éxito o tener una vida mucho más llena de cosas yendo a su favor mientras que la gran mayoría va por un largo transitar, día tras día para lograr ganarse la vida o mantener su ritmo de gastos. Es aquí donde uno se detiene para pensar y preguntarse por qué todo puede ser, o parece ser, tan complicado; ¿o injusto tal vez? Y entonces es en este momentos donde viene la gran pregunta, ¿cuál es la gran diferencia entre ambos grupos, los que tienen una vida que conforman un grupo tan pequeño y los que se la pasan su vida luchando, día tras día, que conforman el grupo más grande?
Las respuestas no son ni fáciles de dar, ni de entender, ni de explicar. Los cambios tampoco lo son. Pero una de las cosas más importantes que todos debemos hacer es, detenernos y pensar dónde estamos, qué es lo que estamos haciendo – bien o mal – y sobre todo, independientemente del punto de nuestra vida donde nos encontremos, entender cuál nuestra “actitud” hacia nuestra situación real y cuáles son los sueños que tenemos con respecto a nuestro futuro, el de nuestra familia, el de nuestros hijos o el de quienes nos rodean.
Pero, ¿que son los sueños? El Diccionario de la Real Academia Española los define como “Cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse”[1](subrayado mío). Por otro lado, una de las más bonitas definiciones que he logrado conseguir sobre lo que son los sueños la leí en un escrito de Jim Rohn donde decía:
“Los Sueños son una proyección del tipo de vida que tu quieres tener”