Ya pasada la época navideña, algunos de nosotros comenzamos a trabajar el mismo 2 de enero pues debimos entregar cifras contables, otros porque sus empresas continuaron con la venta de sus productos o servicios y otros porque tienen que prepararse para el 2012. Otros, siguieron disfrutando de unas merecidas vacaciones mientras que los estudiantes regresaron a clases. Poco a poco nuestros países volverán a tener sus actividades normales en sus economías, mientras los mercados van abriendo, la actividad de la construcción vuelve a arrancar y los países comienzan como una máquina recién aceitada a ver cómo cada uno de esos engranajes funciona uno por uno.
O por lo menos eso es lo que esperamos muchos de nosotros; que la maquinaria de la economía, de la política, de lo social, de lo administrativo, de la justicia y de tantas otras cosas en cada uno de nuestros países comience a funcionan como un reloj suizo, como una maquinaria japonesa, como algo perfecto que esperamos no vaya a tener desperfectos. Solo, que sabemos que estamos en América Latina y con ello la humedad, el calor, las temperaturas y tantas otras cosas hacen que la realidad no sea tan así, de esa manera exacta y comencemos a ver no los errores del 2012 pues es muy temprano para verlos, sino los errores que traen con sí décadas anteriores. Ese es el miedo que tenemos algunos de nosotros, de políticas mal diseñadas y mal aplicadas, de normas mal establecidas o de metas económicas que no son realistas (vimos como la CEPAL publicó sus cifras de crecimiento en donde rebajaba las expectativas de crecimiento de algunos países en Latinoamérica y para la región en general de un 4,3% a un 3,7% en el 2012)[1]. Son varios países que tendrán la vista puesta en el 2012: en España el nuevo gobierno de Rajoy tendrá serias dificultades aplicando medidas muy complejas sobre todo para atacar un desempleo del 20%; en Argentina, luego de la devaluación de noviembre pasado se enfrentan de nuevo con una subida en la tasa inflacionaria; en Bolivia, la situación con el apoyo indígena a Evo será tema en evolución y en Venezuela, son muchos temas con los que podemos llenar las líneas que nos quedan pero sobre todo, está en juego nuestro futuro como país.
Digo nuestro futuro pues todo depende de nosotros, los venezolanos. Depende si participamos o no, si nos integramos a la acción o si la vemos desde la barrera; si opinamos desde fuera o si tenemos una opinión activa dentro de nuestras comunidades. Todos tenemos una opinión, muy válida y se debe expresar por los canales debidos y oportunos, no de forma desordenada. Es decir, tenemos muchos retos por delante, pero también tenemos las oportunidades que ellos nos ofrecen y esas son las que debemos aprovechar. En el libro “El Arte de la Guerra” de Tzung Tzu, que si bien es un libro de estrategia militar, sus enseñanzas también hoy en día se utilizan en la gerencia y los negocios, ya que analiza la estrategia del enemigo (“cliente – opositor”), su posicionamiento, la toma de decisiones, el posible campo de batalla, pero sobre todo indica que se requiere una rápida y dinámica respuesta a las continuamente cambiantes condiciones del medio ambiente (¿leyeron mi artículo anterior?). Adicionalmente señala que la planificación debe ser hecha con tiempo y que en un ambiente controlado, se pueden llegar a crear situaciones inesperadas sobre las cuales hay que actuar! No es que me quiera meter en los detalles, pero pregunto, ¿vale la pena 5 o 6 candidatos para las primarias tan solo para un municipio?; ¿Se midieron los costos, el tiempo, la gente necesaria, o se estimó la necesidad de la comunidad o su reacción? Son parte de la estrategia que uno desde afuera no entiende y que espera que exista, pero de nuevo son retos que los habitantes de nuestros municipios tendrán que sortear o que el candidato que gane con menos del 15-20% de los votos (solo teórico) deberá luego tener el respaldo del 100% de los votantes.
Como dije, los retos del 2012 son muchos. Por ejemplo nuestros empleados públicos que queden a la cabeza manejando los municipios, estados o el país deberán mejorar la educación de nuestros hijos que creo debe ser nuestra prioridad; mejorar el abastecimiento de alimentos y medicinas; mejorar los servicios públicos, las vías, el parque aéreo, las relaciones con nuestros países vecinos, arreglar los miles de tratados internacionales firmados, tratar el tema de la deuda o del desempleo. En fin, son tantas cosas que las dejo a su imaginación o para que más bien se distraigan leyendo ustedes los periódicos y las noticias.
Pero también hay grandes oportunidades. Estamos obligados a mejorar como personas, como familia, como padres o hijos. Estamos obligados a mejorar como miembros de una comunidad, sea esta la calle donde vivimos, la escuela a la cual asistimos o el trabajo en el que pasamos 8 o 10 horas al día. No debemos ir con una actitud pasiva como muchos lo hacen todos los días. Debemos ir con una actitud positiva y proactiva, diciendo “yo puedo cambiar”, dándonos cuenta de que sí podemos dar mucho más de nosotros de lo que estamos dando hoy en día. Es así como se construye un futuro y un país. Es comenzando a recoger el papel que está en el piso, sin importar si fui yo quien lo lanzó. Es siempre dar lo mejor de mí. Yo soy quien me debo dar cuenta de que solo yo seré quien hará el cambio o los cambios que sean necesarios, desde mi persona, hacia mi familia, mi comunidad o mi puesto de trabajo. Es al final darme cuenta de que lo que yo hago si importa y que aunque yo no quiera sí afecta a mi familia o a lo que hace mi compañero de clases o de trabajo. Es darme cuenta de que yo soy la máquina que debe iniciar el “cambio”.
Son cosas que parecen pequeñas, pero es la sumatoria de esas cosas pequeñas que hacen la gran diferencia. Estas pequeñas ayudas deben ser nuestras metas y nuestros objetivos para este año, debemos mejorarlas, debemos verlas como áreas de oportunidad, como parte de nuestra estrategia de crecer y mejorar, en lo personal y en lo profesional. En parte, seremos nosotros los responsables y si hay áreas en las cuales hay otra gente que debe participar, no esperemos a que nos llamen; tomemos la iniciativa y demos nosotros el primer paso.
Este es un tema muy amplio y muy complejo de resumir en tan solo dos páginas, pero todos tenemos retos y oportunidades para este 2012 que está comenzando. Un año posiblemente más lleno de retos, pero que a medida que vayan pasando sus primeras semanas y meses vamos a ir viendo algunas oportunidades en el camino. No va a ser fácil; de lo contrario. Estamos en la mitad de una montaña que nunca hemos escalado y muy probablemente muchos de nosotros no tengamos ni las condiciones físicas ni las emocionales para enfrentarla. Pero debemos contar que siempre habrá alguien en el equipo para darnos esa palabra de aliento, ese empuje necesario o ese arranque inicial que a veces tanto necesitamos.
Les deseo a todos un 2012 lleno de retos y oportunidades que podamos aprovechar y con las cuales podamos crecer en lo personal, en lo espiritual y en lo profesional. Ojalá al final del año luego de nuestras evaluaciones podamos decir: LO LOGRAMOS!!!!!!!!!!!
Seguiremos Motivando. LVGG
[1] CEPAL: Comisión Económica para América Latina: http://www.cepal.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/comunicados/9/45479/P45479.xml&xsl=/prensa/tpl-i/p6f.xsl&base=/tpl-i/top-bottom.xsl
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