viernes, 24 de febrero de 2012

Motivando los Sueños - Parte II

Hace más de un año me propuse a escribir sobre nuestros sueños personales y particulares y una primera aproximación al tema tuvo sus interrupciones con temas diversos como lo que piensan los jóvenes, o cumpliendo nuestras metas o temas de liderazgo. Pero llega un momento en que tenemos que detenernos a pensar en nuestros sueños, en lo que queremos en realidad, como personas, como jóvenes, niños o adultos, en cualquiera de nuestros roles de profesionales, trabajadores, padres o abuelos. Esos sueños que tuvimos de pequeños, al ser estudiantes o esos sueños que hoy en día no hemos alcanzado y por lo que todavía debemos luchar. A esos sueños les dedico el artículo de hoy.

Muchas veces no sabemos dónde nos encontramos y en este caso no me refiero a nuestra ubicación física sino más bien a nuestro ser interior. Vemos a otros tener éxito o tener una vida mucho más llena de cosas yendo a su favor mientras que la gran mayoría va por un largo transitar, día tras día para lograr ganarse la vida o mantener su ritmo de gastos. Es aquí donde uno se detiene para pensar y preguntarse por qué todo puede ser, o parece ser, tan complicado; ¿o injusto tal vez? Y entonces es en este momentos donde viene la gran pregunta, ¿cuál es la gran diferencia entre ambos grupos, los que tienen una vida que conforman un grupo tan pequeño y los que se la pasan su vida luchando, día tras día, que conforman el grupo más grande?

Las respuestas no son ni fáciles de dar, ni de entender, ni de explicar. Los cambios tampoco lo son. Pero una de las cosas más importantes que todos debemos hacer es, detenernos y pensar dónde estamos, qué es lo que estamos haciendo – bien o mal – y sobre todo, independientemente del punto de nuestra vida donde nos encontremos, entender cuál nuestra “actitud” hacia nuestra situación real y cuáles son los sueños que tenemos con respecto a nuestro futuro, el de nuestra familia, el de nuestros hijos o el de quienes nos rodean.

Pero, ¿que son los sueños? El Diccionario de la Real Academia Española los define como “Cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse”[1](subrayado mío). Por otro lado, una de las más bonitas definiciones que he logrado conseguir sobre lo que son los sueños la leí en un escrito de Jim Rohn donde decía:

“Los Sueños son una proyección del tipo de vida que tu quieres tener”

Todos soñamos, despiertos o dormidos; los sueños que tenemos mientras dormimos no los podemos controlar ni dominar, pero los sueños que tenemos despiertos, los que tenemos acerca de nuestra vida y de nuestro futuro son sueños que nos pueden dar fuerzas, energías, estrategias a seguir, sueños que en definitiva nos pueden orientar hacia nuevos horizontes, son deseos o esperanzas todavía por realizar (utilizando la terminología del diccionario). Estos sueños nos permitirán entrar en nuevos lugares, alcanzar nuevas metas, darnos nuevas fuerzas. Hace unos años tuve la oportunidad de asistir a un seminario de Anthony Robbins llamado Unleash The Power Within o traduciéndolo al español sería desata el poder que hay dentro de ti. Eso no es más sino darse cuenta uno mismo de lo que somos, de las capacidades y habilidades que tenemos, de darnos cuenta de lo que podemos hacer. Es en este sentido que si vemos a nuestro futuro como algo borroso tendremos una vida algo borrosa; si por el contrario vemos a nuestro futuro como algo bien definido, lleno de nuestros deseos, seguros de lo que queremos, con nuestras metas y nuestros sueños llenos con nuestras ideas de cómo lo queremos y totalmente alcanzables, nuestra vida tendrá metas y sueños claros. He allí la diferencia. Debemos tener metas claras para tener sueños claros y lograr una vida mejor.

Si ya lo hemos soñado ya estamos allí; lo que nos falta es alinearnos con un plan de acción, una estrategia que nos permita alcanzar esos sueños y esa vida que queremos. No podemos negar que habrán obstáculos en la vía, que habrán dificultades en el camino o que a veces estaremos un poco más que cansados y que nos provocará desistir. Pues no podemos y no debemos. Seamos fuertes, tengamos esa entereza que ha caracterizado a tantas generaciones que han venido detrás de nosotros pues en sus mentes nunca hubo duda que iban a conquistar un nuevo continente, cruzar nuevos océanos, llegar a nuevos países, conocer a nuevas poblaciones y personas, y más adelante conquistar el espacio o llegar a desarrollar toda la tecnología que se ha desarrollado en los últimos 20 años. Son cosas realmente maravillosas que solo visionarios se han planteado y que miles y miles de personas han decidido hacerlo y lo han logrado alcanzar.

En sus mentes lo han logrado, inclusive antes de iniciarlo; en sus sueños lo han logrado, pues ya lo han visualizado. Puede que sus cuerpos no hayan despertado ni salido todavía, pero ya sus mentes han ido y venido. Ojalá le pudiésemos preguntar a Miguel Angel, Leonardo da Vinci, Niel Armstrong o a tantos otros que lo hicieron hace varios siglos atrás y sin las herramientas con las que contamos hoy en día acerca de lo que imaginaban, de lo que soñaban, de lo que pensaban. Aquellos que lo hicieron, aquellos que lo lograron lo hicieron con una idea en mente, ver el sol del otro lado, ver la vida con otros ojos, ver sus sueños hechos realidad, comenzar con lo posible.

Alguien dijo una vez que tenemos que ser soñadores. Pues veamos nuestro futuro con visión, con nuestros sueños. Un corredor o un nadador ve la meta desde que sale con el disparo de salida y mientras va en la carrera; esa es su meta y se ve ganador desde el principio. Igual todos y cada uno de nosotros. Oigamos a la audiencia aplaudirnos y empujarnos en la vía, en mitad de la carrera, en mitad de nuestros proyectos, o a medida que vamos haciendo nuestro trabajo diario. Vayamos celebrando los éxitos en el camino, a medida que suceden, aunque éstos sean pequeños. Y seamos capaces de ponernos en situaciones difíciles, pasando los obstáculos, haciendo las cosas duras en el camino hasta que ellas sean cómodas de hacer, pues esa es la única manera de que podamos alcanzar y hacer realidad nuestros sueños.

Todos tenemos un historial diferente, fuimos a colegios distintos, estudiamos carreras y tenemos una vida diferente o nacimos en otros países. Pero eso nunca detuvo a nadie ya que un sueño puede hacer movilizar barreras, crecer, desarrollarte y definir tu vida tal y como la quieres. Eso sí, como lo dije antes, estos sueños no pueden estar borrosos; para que realmente puedas alcanzar tus sueños y hacer que todos tus planes futuros te empujen hacia adelante, éstos sueños deben estar totalmente claros, definidos y además los debes sentir y vivirlos.

El trayecto no será fácil y habrán muchos obstáculos en el camino, más de los que te imaginas; pero prepárate para ellos, anticípalos. Eso es lo que te servirá llevar adelante tus sueños y es lo que hará que tus sueños se hagan realidad. Ve la meta desde tus propios sueños. Sé un soñador, un visionario, alguien que se ve en un futuro mejor y quien anticipa ese futuro. Y vive tus sueños desde hoy mismo.
Motiva tus sueños y ellos te motivarán a ti!!!
Seguiremos motivando ... Seguiremos soñando... LVGG @lvgarciag

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