Papá siempre ha sido, o fue si ya
no se encuentra entre nosotros, una fuerza presente de amor, apoyo y guía en nuestras
vidas, y llegado el momento, debemos agradecer lo que aprendimos y vivimos con
nuestros padres y lo que caminamos junto ellos. No es fácil, sin embargo, en la
mayoría de los casos, encontrar las palabras o como dicen, tocar la nota
correcta que describa con esos sentimientos que queremos transmitir. Pero a
pesar de ello, papá es alguien fácil con quien poder celebrar, ya que él hace
que las cosas sucedan.
Una foto, un pequeño escrito, una
nota o una frase pueden ser quizá suficientes para comenzar a describir eso que
sentimos por nuestros papás. Y hay frases que le podemos agregar a lo que
queremos decirles. Unas son sabias y conmovedoras, otras simplemente
divertidas, y algunas muy sentidas. Puedes escoger una frase de alguien
conocido, de una celebridad o puedes hacer tú mismo esa propia frase que le quieras
dar a tu papá.
Una frase de un autor desconocido
y que quizá ustedes ya hayan leído, pero que me parece muy apropiada para hoy,
es la siguiente:
"Un padre es alguien a quien
admiras sin importar cuán alto crezcas".
Ser padre puede ser un desafío, y
más hoy en este mundo tan cambiante, tan diverso, luego de una pandemia que ya
ha durado más de dos años y medio. Hoy para estas nuevas generaciones, a las
cuales estamos aprendiendo a conocer, ser padre es todo un reto. Mi papá fue de
la generación silente, yo soy Boomer, mis hijos uno millenial y el menor zeta.
Y hoy convivimos varias generaciones en un mismo ambiente, en un mismo espacio
y en una misma familia. Y ser papá millenial -o pronto, un papá Zeta- será otro
gran proceso de aprendizaje.
Los millennials (aquellos que
actualmente tienen entre 18 y 34 años) ahora suman 75,4 millones de personas,
más que cualquier otra generación, y en la actualidad, los padres millennials
están criando a sus hijos de manera diferente a las generaciones anteriores. Según
la Dra. Kathleen Gerson, profesora de sociología en la Universidad de Nueva
York y autora del libro The Unfinished Revolution: Coming of Age in a New
Era of Gender, Work, and Family, las familias millennials están
experimentando grandes cambios sociales que las generaciones anteriores no experimentaron.
“Muchos niños ahora crecen en casas con dos padres que trabajan... Y es
más probable que las madres estén trabajando” dice Gerson, quien nos ofrece
seis diferencias clave en los estilos de crianza de los millennials, pues los
padres millennials:
- Están más ocupados, pero pasan más tiempo con sus hijos;
- Valoran la crianza positiva sobre la disciplina autoritaria;
- Valoran la unión y la cercanía;
- Están (súper) seguros y son maniáticos de la seguridad;
- Tienden a programar todo, incluso el tiempo libre; y,
- Entienden que estos primeros años son críticos y fugaces.
Estas son importantes diferencias
generacionales, pero, de todas formas, vemos como los padres de la generación
del milenio no son tan diferentes de las generaciones anteriores pues quieren
amar y hacer lo correcto por sus hijos, en formas que sus padres lo habrían
hecho.
Debemos reconocer a nuestros
padres, recordarlos si no están con nosotros, y agradecerles, felicitarlos y
compartir con ellos cuando están cerca. Por supuesto, también funciona hablar
desde el corazón cuando le dices a tu padre cuánto significa para ti. Deja que tu
papá -o esa figura paterna que hemos tenido- sepa lo importante que es para
nosotros, y así ayudémosle a que su trabajo sea más que gratificante.
Para ir finalizando este escrito,
les dejo dos cosas muy interesantes. La primera una frase, que nos recuerda lo
bello que es ser papá, todos los días. La segunda, un bello escrito de Tom Railey,
publicado en 2005, que nos habla de lo que un maestro (y en nuestro caso
un papá), le puede enseñar a un hijo.
Felicidades a todos los padres en
este día tan especial. Happry Father’s Day!
“I have a Father's Day
every day.”
Dennis Banks, Activista Nativo Americano (1932-2017)
EL ÁGUILA JOVEN. Por Tom Reilly.
Las águilas jóvenes estaban pendientes de las palabras que el Maestro
Águila les contaba al describir sus hazañas. Este era un día importante para
los aguiluchos. Se estaban preparando para su primer vuelo en solitario desde
el nido. Ese momento sería el constructor de la confianza que muchos de ellos
necesitan para cumplir con su destino.
Uno de los aguiluchos preguntó "¿Hasta
dónde puedo llegar?".
"¿Hasta dónde se puede ver?",
Respondió el Maestro.
"¿Qué tan alto puedo volar?"
Dijo el joven aguilucho.
"¿Hasta dónde puedes estirar las
alas?", Preguntó el viejo águila.
"¿Cuánto tiempo puedo volar?"
Persistió el joven.
"¿A qué distancia está el
horizonte?". Dijo el maestro.
"¿Cuánto debo soñar?",
Seguía preguntando el aguilucho.
"¿Cuánto se puede soñar?"
Sonrió el más viejo.
"¿Cuánto puedo alcanzar?",
Continuaba el joven.
"¿Cuánto puedes tu creer?"
El maestro comentó.
Frustrado por las bromas, el águila joven preguntó:
"¿Por qué no respondes a
mis preguntas?"
"Lo hice"
"Sí, pero tú las respondías con preguntas"
"Yo las respondí, lo mejor que pude"
"Pero tú eres el Maestro Águila. Se supone que tienes que saberlo todo. Si no puede responder a estas preguntas, ¿quién puede?”
"Tú mismo." Le dijo tranquilo el viejo maestro."
A lo cual el maestro respondió: "Nadie puede decir cómo volar o lo mucho que soñar. Es diferente para cada águila. Sólo Dios y tú saben hasta dónde vas a llegar. Nadie en este mundo conoce tu potencial o lo que hay en tu corazón. Solo tú podrás responder a eso. Lo único que te va a limitar será el borde de tu imaginación".
El águila joven - ya desconcertado - le preguntó:
"Y entonces, ¿Qué debo hacer?”
Y el maestro águila le respondió:
"Mira hacia el horizonte,
extiende tus alas y vuela"