De
manera frecuente me hacen un par de preguntas que están muy relacionadas con el
tema de la motivación personal. ¿Cuántos de nosotros estamos esperando a que
llegue ese algo y nos motive de una manera diferente?; y, ¿Cómo sabemos
que ese algo llega? Si bien no son temas fáciles de responder y menos en
los momentos tan complejos en los que vivimos, hay algo muy importante en ello
y es que solo nosotros podemos motivarnos de manera continua y ello se logra
haciendo cosas diferentes.
La
motivación puede ser intrínseca (derivada de factores internos) o extrínseca
(derivada de factores externos). Los comportamientos intrínsecamente motivados
se generan por la sensación de satisfacción personal que aportan a nuestro día
a día. Están impulsados por un interés o disfrute en la tarea en sí que
proviene del individuo, no de la sociedad; es decir, proviene de cada uno de nosotros.
Por el contrario, las conductas de motivación extrínseca se realizan para
recibir algo de los demás. No provienen del interior del individuo, sino de la
sociedad o de otras personas. Para ponerlo en contexto, un ejemplo de la motivación
intrínseca sería si estás en la universidad porque disfrutas aprender y quieres
tener mayor conocimiento para convertirte en un individuo más completo; esa es
una motivación que viene de adentro. Por su parte, algunos empleados pueden
hacer su trabajo porque quieren que la empresa les pague mejor, no porque les
guste el trabajo.
Y
esto lo vemos también en cierto tipo de atletas. Unos están motivados por el
logro personal, por el mejoramiento continuo de sus marcas o por disfrutar y
hacer disfrutar a los espectadores del deporte que practican. Otros más bien, podrían
estar motivados por el objetivo de ganar, de vencer y de allí recibir elogios
de los fanáticos; no son impulsados por la satisfacción intrínseca que obtienen
al practicar este deporte. De manera similar, si estás en la universidad porque
quieres ser más comercializable para una carrera bien remunerada o para
satisfacer las demandas de tus padres, entonces tu motivación es de naturaleza
más extrínseca.
La
motivación intrínseca, que es lo que más nos interesa desde lo personal pues es
eso que sí podemos controlar, es un elemento crítico en el desarrollo
cognitivo, social y físico de cada uno de nosotros; de allí que sea ya reconocido
que aquellos individuos que están intrínsecamente motivados probablemente se
desempeñen mejor y mejoren sus habilidades en una tarea determinada. Sin
embargo, ha sido demostrado que “en realidad, nuestras motivaciones son a
menudo una combinación de factores intrínsecos y extrínsecos, y la naturaleza
de la combinación puede cambiar con el tiempo”. Por ejemplo, digamos que cantar
o tocar un instrumento es uno de tus pasatiempos favoritos; disfrutas la
oportunidad de practicar y de hacerlo cada vez mejor. Luego decides ir a un
conservatorio musical y eventualmente ser miembro de un coro o de una orquesta;
en ese caso estás recibiendo un refuerzo extrínseco como lo puede ser la compensación
que recibas por tu trabajo. A veces, la motivación intrínseca puede disminuir
cuando se da una motivación extrínseca, un proceso conocido como efecto de sobre
justificación. Esto puede llevar a extinguir la motivación intrínseca y
crear una dependencia de recompensas extrínsecas por el desempeño continuo.
El
estar motivado generalmente va a depender de cada uno de nosotros. Si bien sabemos
que los factores externos cumplen una función muy específica, la gran motivación
viene desde dentro de nosotros. Pero hay que trabajarla y desarrollarla, no
viene por sí sola. ¿Cuándo fue la
primera vez que asististe a algún seminario o curso fuera de lo que estudiaste
o haces regularmente? Si lo recuerdas bien, eso te sacó fuera de tu zona de
confort y si bien estabas en algo diferente, eso te permitió aprender y conocer
de cosas diferentes. Y si no lo has hecho o no lo has podido hacer en mucho
tiempo, hazlo de nuevo y verás cómo te va. ¿Cuándo dedicaste el fin de semana
para apreciar la naturaleza? De verdad ello te puede cambiar la perspectiva de michas
cosas. O, ¿de verdad sabes y valoras lo que tienes? Puede que algunos se digan
que estas preguntas no tienen que ver nada con la motivación personal; pero es
que por supuesto todo está íntegramente relacionado. Ver un paisaje a través
del lente de una cámara o mirar los diferentes ángulos para una foto (¿Cómo creen que surgieron los fotógrafos y los cineastas?) cambia tu manera de ver
las cosas y la vida.
Debemos
darnos cuenta que por un lado es muy importante continuar aprendiendo y sobre todo
aprender de cosas que uno no conoce. Por el otro, debemos ser curiosos en
descubrir lo que no conocemos. Y, para finalizar, debemos estar siempre
promoviendo nuestra propia creatividad e imaginación. Por ello vemos que todo
lo que sucede es el resultado de darnos cuenta que la gente es la que hace que
las cosas sucedan.
Ese
suceder, que viene de una acción y que es el resultado de una decisión inicial
es algo que puede resultar muy complejo. Podemos definirlo como queramos, desde
aspectos psicológicos hasta técnicos, pasando por todo lo que tiene que ver con
las emociones y el comportamiento que nos dirigen hacia una dirección
determinada. Pero más allá de ello, para mí se resumen en dos palabras
realmente importantes; la primera es la motivación y la segunda, la inspiración
y todos relacionados con un tema muy importante: la actitud positiva.
Luego
de tantos años uniendo el aprendizaje continuo con temas de motivación, estoy totalmente convencido - como tantos
otros - de que somos todos y cada uno de nosotros los que estamos obligados a
auto motivarnos, a pensar en positivo, a actuar decididamente y siempre
buscando el bienestar propio y de quienes nos rodean; y por supuesto a hacerlo de
manera continua. Es allí, en ese momento y lugar, donde se unen la decisión de
buscar la inspiración - que a veces tanto necesitamos – y unirla con una
motivación que nos lleva a hacer cosas impensables.
Lo
que quiero transmitir es la importancia de que entendamos que todos podemos
inspirar a los demás, que debemos estar dispuestos a permitir que nos inspiren
continuamente y todo eso se resume en una sola frase: "ayudando a motivar la
inspiración". En un mundo tan complejo, un entorno tan difícil
y una situación actual que a veces no entendemos, debemos darnos un espacio para
nosotros mismos, un espacio en el cual aprendamos a ser mejores personas y
profesionales, a ser mejores ciudadanos, a inspirar a los que nos rodean e
inclusive, a motivar a todos aquellos que sin ni siquiera saberlo, podemos
estar motivando e inspirando con nuestras acciones, con lo que decimos o
inclusive con lo que pensamos.
Expande
tus posibilidades, transpórtate a ese mundo que te permita aprender de lo profesional
y de lo humano; y en el camino te darás cuenta de que el estar motivados depende
exclusivamente de cada uno de nosotros, de las decisiones que todos nosotros
podamos tomar para hacernos altamente positivos y optimistas de aquí en
adelante.
Y eso sí, hazlo de manera continua.