Creo que seriamente debemos
hacernos una pregunta todos nosotros: ¿cuántos de verdad sabíamos que el día 21
de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Tierra?; ¿Quiénes de
nosotros hacemos algo por ella, no solo ese día sino en realidad durante todo
el año o parte de él? Según una encuesta de CNN, solo el 3% de los encuestados
sabe que hay un día especial en nuestro calendario dedicado al cuido de nuestro
planeta tierra. Me imagino que un porcentaje mucho menor a ese 3% realmente hace
algo y de verdad sabe que si entre todos, decidida y dedicadamente hacemos algo
sobre una de las tantas cosas que afectan a nuestro planeta, su vida útil se podrá
alargar en vez de irse reduciendo poco a poco como lo está haciendo ahora. No
con ello quiero decir que en tres años no habrá comida o algo así. Estoy
diciendo que ya todos estamos sintiendo los efectos de un calentamiento global,
los cambios climáticos, los fuertes impactos de unos fenómenos como los son El
Niño o La Niña - que si bien existen desde hace muchos años nunca se habían
sentido como ahora. Estos cambios climáticos son los responsables, en cierta
medida, de las grandes sequías en una parte del planeta (sus consecuencias son
las grandes masas de millones de personas trasladándose de un país a otro por
los desiertos de Africa y muchos hemos ya visto las imágenes de los niños y
madres muriendo en el camino), mientras observamos las enormes inundaciones y
desbordamientos de ríos, quebradas y lagos del otro lado del Mundo que destruyen
y acaban con poblados enteros.
Los que tienen tiempo siguiéndome
saben que llevo tres años escribiendo sobre el tema. Tres años donde uno quiere
concientizar a la gente, amigos y nuevos conocidos sobre la importancia de
cuidar a nuestra gran casa, nuestro planeta. Sabemos que no es fácil pero hay
ciertas cosas que uno inclusive hoy en día no entiende. ¿Será que la desidia,
los discursos políticos que no han cambiado en 30 años, la continua demagogia y
tantas otras cosas, no le permiten a los gobiernos y a la población en general de
verdad ocuparnos de nuestro planeta? En un juego de fútbol de unos pequeños, un
niño de 9 años le dice a su entrenador que tiene mucha sed y éste le dice que
espere su turno; el niño le vuelve a decir que tiene sed y que es importante y
el entrenador le contesta “pero tu agua no debe ser más importante que la que
necesitaría un pez en el desierto”. Esto
bien puede sonar un poco exagerado, pero llega un momento que hay que ser exagerado
para que logremos entender lo que queremos transmitir.
Una de las empresas de chips en
los Estados Unidos llamada Sun Chips ya indica en sus empaques que los mismos
son 100% biodegradables; las gasolinas en varias partes del planeta se han
venido mejorando para que sean menos contaminantes, se hacen juguetes y papeles
con material reciclable, se trata de crear – sobre todo en Norteamérica y
Europa – una conciencia de reciclaje de materiales y en fin, nacen algunas
iniciativas pero que por sí solas no son suficientes. La idea en los años 70
era de crear un gran movimiento anti-empresa con la idea de lograr enfrentarse
a ellas y a los gobiernos. Esta idea ha cambiado y hoy hay que trabajar de la
mano con las empresas y con los gobiernos, o de lo contrario, las personas y
las sociedades por si solas no podrán hacer y contribuir mucho al gran cambio
del ambiente que hoy en día se necesita. Pero aún hay más…
Han existido muchos cambios desde
que se surgió la idea inicial; pero hoy en día las personas y las empresas
deben darse cuenta de la importancia de lo que cuidar a nuestro planeta significa.
No basta con decir que somos verdes; no basta con pasar propagandas o regalar
bolsas para no malgastar en plástico en papel. Hay que ir más allá. No soy
experto en el tema pero gran parte de lo que se debe lograr cambiar es el
comportamiento en la gente, la sociedad, las empresas y los gobiernos. No es
posible que veamos tantos botes de agua en la calle, postes de luz encendidos
durante el día, edificios de oficina encendidos en gran parte durante la noche.
No es posible ver las grandes cantidades de basura en las esquinas de nuestras
ciudades porque los gobiernos municipales no los recogen o no tienen
infraestructura para ello; no es posible que todavía la gente eche la basura
fuera de sus casas o de sus carros. No es posible que a esta altura del siglo
XXI sigamos malgastando el agua, la luz o inclusive las escasos alimentos que
se producen. Somos nosotros quienes debemos aprender, para enseñar y para luego
exigir. Debemos exigir como ciudadanos para que otros hagan lo mismo, pero
debemos exigir dando nuestro ejemplo, no botando el agua, no malgastando la
luz, no botando la comida que tanta gente necesita.
Ya hoy en día muchas empresas han
comenzado a darse cuenta de la importancia de hacerlo, pero lo más importante
allí es lograr hacer el o los cambios necesarios en el comportamiento de la
sociedad. Greenpeace se unirá este año con Google y Cisco para realizar
Web-seminars con la finalidad de enseñar a realizar video conferencias y
disminuir la necesidad de viajar, así como el uso de la novedosa “nube” para
reducir la necesidad de producir aparatos o dispositivos para el almacenamiento
de la información. Pepsico está instalando kioscos en a lo largo de ciertas
ciudades en los Estados Unidos para que la gente deposite en ellos las latas y
botellas ya utilizadas y no las bote en la calle o en lugares no apropiados.
Lo bueno de todo es que ciertas
ideas ya están surgiendo de las propias comunidades. La gente no quiere ver
basura en sus calles y le está exigiendo a sus municipios que sean más
eficientes en su recolección. En Europa, por ejemplo, ya muchas ciudades tienen
centro de recolección especializados prácticamente en cada urbanización o
barrio para facilidad del usuario. La gente ya tiene conciencia de los impactos
del clima y de los destrozos que sus cambios nos está causando; la gente ya
conoce lo que es la escasez o el exceso del agua; lamentablemente mucha gente
sabe lo que es la falta de comida. Lo importante aquí es que todos estemos
orientados a un mismo fin. Robert Stone, director de cine quien está haciendo
un documental sobre la historia del movimiento ambiental dijo: “Every Earth Day is a
reflection of where we are as a culture”. Pero necesitamos mayores
niveles de conciencia para verdaderamente darnos cuenta de el.
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