Tres pasos para Recuperar la Curiosidad

Los niños tienen una enorme curiosidad que los caracteriza. Pero, por diversas razones y factores, esa curiosidad se va perdiendo a medida que van creciendo; y cuando llegamos a ser adultos, todos tenemos una curiosidad muy pequeña. ¿Será que podemos reaprender a ser curiosos?

Pues como todo en la vida, sí podemos recuperar parte o todo de nuestra curiosidad pues la misma se puede aprender o reaprender. Por ello hoy quiero explorar tres maneras diferentes mediante las cuales podemos aprender - de nuevo – a ser más curiosos.

Walt Disney dijo en una ocasión que la curiosidad nos lleva siempre hacia nuevos caminos; y es que la curiosidad es una cualidad que nos invita a investigar, explorar, aprender y a descubrir nuevas cosas, nuevas ideas y esos nuevos caminos con nuevas posibilidades.

A continuación les doy tres pasos muy sencillos para comenzar a ser un poco más curiosos:

1. Pregunten más y hagan mejores preguntas.

Uno de los aspectos que nos debe mantener atentos y alertos es averiguar el porqué de las cosas. Y eso lo hacemos al preguntar de una mejor manera. Desde la época de Sócrates hasta nuestra época el preguntar ha sido una excelente forma de trasmitir conocimiento y de aprender; y es que preguntar nos hace pensar. De ahora en adelante cuando vean a una persona háganle preguntas que comiencen con las siguientes cinco palabras:

·        Quien

·        Qué

·        Cuándo

·        Dónde

·        Cómo

Recuerden que debemos hacer más y mejores preguntas.

2.      Pongámonos nuevos retos.

Un reto es, según el diccionario de la Real Academia Española, un “Objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta.” Es hacer algo más difícil, diferente, complejo o hacer algo de una manera distinta para ver si puede hacerse mejor. Muchos retos se relacionan con los deportes, como por ejemplo correr más rápido, saltar más alto, anotar más carreras o hacer más goles. Para los emprendedores es poder hacer cosas más complejas, hacerlas mejor o de maneras más eficientes. Para un astronauta significa superar obstáculos en el espacio, mientras que para un marino es atravesar océanos en momentos de tormentas. Un reto es colocarse una meta mucho más grande y logar alanzarla. Son metas personales o profesionales y cada vez hacer cosas más complejas. Es ese levantarse más temprano, leer o aprender más, tener una alimentación balanceada o hacer más deporte. Es decidirse a hacer algo más complejo y de una manera diferente. Y es hacerlo desde hoy mismo.

3.      Interesémonos por lo que hacemos.

Si bien hay temas u actividades que son muy atractivas para ciertas personas, a otros les pueden resultar menos interesantes o rutinarias. Sin embargo hay una palabra que debemos eliminar de nuestro pensamiento y de nuestro vocabulario: aburrido. En pocas palabras estamos obligados a generar interés por las cosas que hacemos, por nuestro trabajo, por nuestras actividades o tareas. Habrá algunas más interesantes que otras, pero eso no quiere decir que debemos dejar de hacerlas. Allí es cuando nos debemos interesar mucho más en lo que hacemos.

 Preguntando mejor, interesándonos más y poniéndonos nuevos retos lograremos iniciar el camino para recuperar nuestra curiosidad. ¿Se atreven?