“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.”
— Henry Ford
¿Te has detenido a pensar cuántas veces lo que creíste…
se convirtió en tu realidad?
No hablo de magia ni de pensamiento positivo vacío. Hablo de
ese poder silencioso pero profundo que tienen nuestras creencias sobre la forma
en que actuamos, decidimos, enfrentamos los desafíos y avanzamos en la vida.
Porque lo que creemos —sobre nosotros, sobre los demás,
sobre lo que es posible o no— termina moldeando lo que hacemos… y lo que
dejamos de hacer.
Si creemos que no podemos, probablemente ni siquiera lo
intentaremos.
Si creemos que los demás son una amenaza, actuaremos a la defensiva.
Si creemos que estamos destinados a fracasar, inconscientemente sabotearemos
nuestros propios pasos.
Pero si creemos que somos capaces, que estamos aprendiendo,
que el cambio es posible… abrimos la puerta a nuevas decisiones, a nuevas
acciones, a nuevos resultados.
Creer es el primer acto de creación.
Por eso, en el corazón de la Motitud —esa unión entre
motivación personal y actitud positiva— también habita una pregunta poderosa:
¿Qué historia me estoy contando… y cómo esa historia está
creando mi realidad?
Y como bien dijo Henry Ford: “Tanto si piensas que
puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.” Porque nuestras
creencias actúan como filtros que determinan qué vemos, qué descartamos y a qué
nos atrevemos.
A veces no necesitamos más recursos, más títulos o más
contactos.
Necesitamos una nueva creencia.
Una que nos dé permiso para crecer.
Una que nos saque de la duda y nos lleve a la acción.
Una que nos recuerde que somos más capaces de lo que imaginamos.
Y lo más transformador es que las creencias pueden cambiar.
Cuando cambiamos la historia que nos contamos, también cambia lo que somos
capaces de construir.
Una invitación personal
Hoy te invito a revisar una sola creencia que te está
limitando.
¿Y si no fuera verdad?
¿Y si pudieras cambiarla por una más poderosa, más constructiva, más alineada
con tu mejor versión?
¿Qué posibilidades se abrirían?
Recuerda: lo que creemos, lo creamos.
Y cada día, al elegir con qué actitud enfrentamos el mundo,
estamos escribiendo la próxima página de nuestra historia.
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