Estamos comenzando el nuevo año y que mejor manera de hacerlo si todos nos ponemos a pensar en la manera de ayudar y contribuir de manera diaria. Para ello, debemos asegurarnos
que llegamos a hacer y realizar todo lo que nos proponemos de una forma
continua, constante y todos los días. Ahora bien, hay algo muy importante que
debemos tener en nuestra mente y es que esforzándonos, todos contribuimos a
nuestra sociedad, a nuestra familia o a la empresa donde trabajamos. Nuestro trabajo diario hace que
entre todos vayamos progresando, hora a hora, día a día y así en conjunto vamos haciendo progresar a
nuestro ser, nuestra familia, empresa o lo que vayamos haciendo con nuestra
profesión y nuestro trabajo.
En varias ocasiones he
preguntado a niños en educación primaria sobre lo que les enseñaron ese día y
la mayor parte de las respuestas son (1) que no aprendieron nada o
(2) que lo que hicieron fue jugar en los recreos. En la mayoría de los casos
mis comentarios hacia ellos es que lo que han venido haciendo todos los días es
aprender, sobre lo que han aprendido desde que estuvieron en kinder. Es así que
les explico como pasaron de no saber nada a conocer los números y luego a sumar
y restar, o las letras, para luego construir palabras sencillas, leer y escribir y comenzar a entender día tras día
todo lo que lograrán aprender a lo largo de sus vidas. Es algo así como hacer
fuertes los cimientos de una base sólida que luego les permita entrar en la fuente
del conocimiento.
Es verdad que hay mucha
gente que no se siente a gusto con lo que hace, pero si vemos o analizamos la
historia, una gran cantidad de personas que lograron las grandes hazañas,
descubrimientos, o importantes avances, fueron personas que a veces no se sentían
a gusto con lo que hacían pero que siempre creyeron que debían contribuir. Y así
vemos como su preparación y sabiduría les permitió crear todo lo que
hoy tenemos, ver las grandes obras de arte que se han logrado hacer a lo largo
de los siglos, entender porque el hombre decidió cruzar los océanos sin ningún
tipo de conocimiento sino pensando que del otro lado del mar si había algo que
encontrar, o darnos cuenta que con todos estos avances también hemos llegado a
la luna o hay astronautas viviendo en la estación espacial.
Son contribuciones que
hechas entre todos se han podido hacer realidad; es parte del aporte individual
que cada uno debe hacer. Es ver y darnos cuenta que debemos llevar estos magníficos
trabajos a un plano más personal y, al darnos cuenta de esto, es como si todos
y cada uno de nosotros identificáramos lo que debemos hacer y en lo que debemos o
podemos contribuir. Nosotros mismos al
inicio de cada día somos quienes decidimos hacer nuestra contribución. No
podemos decir o pensar que alguien más va a hacer lo que nos corresponde hacer,
pues es responsabilidad solo nuestra. Mucha gente tiene la tentación de dejar
las cosas para más tarde, no hacerlas a cabalidad esperando que alguien más las
corrija en el camino o quejándonos de tantas cosas que ponemos como excusa para
no hacer nuestro propio trabajo, para no hacer un trabajo excelente o no hacer
nuestra pequeña o gran contribución.
Todos tenemos por dentro
una serie de aptitudes, habilidades y conocimientos que debemos identificar,
darle forma y orientar a lo que nos hayan pedido, exigido o sea nuestro
trabajo. Este debe ser el norte de todas nuestras contribuciones y nuestros aportes. Eso sí,
debemos reconocer que todos los días debemos ponerle pasión, entusiasmo, fuerza
y orientación a todo lo que hacemos para asegurarnos que nuestras
contribuciones siempre sean lo mejor y más acertadas posibles. Y todo esto para identificar las oportunidades que se nos presentan (a veces con
las dificultades del momento). Algunas ideas que serían propias de artículos
diferentes pero que no quiero dejar de pasar son, entre otras, las siguientes:
1.- Todas las contribuciones
que hacemos no son solo sobre nosotros y no las debemos pensar en hacer solo
para un reconocimiento personal, o para que nos den esa palmadita en la espalda
que pocas veces viene. Nuestras contribuciones deben estar orientadas para
eventualmente ayudar a los demás a dar lo mejor de sí, a mejorar procesos, a hacerlos más
eficientes, a hacer las cosas mejor.
2.- El trabajo tiene valor
por sí mismo, de eso tenemos que darnos cuenta. No perdamos la oportunidad de
hacer un trabajo bien hecho desde el principio.
3.- La combinación de nuestros
conocimientos, sabiduría y experiencia solo la tenemos nosotros. Es por ello
que somos todos y cada uno de nosotros quienes debemos darle a lo que hacemos
un gran impulso, una gran dedicación y estamos casi que obligados a dar siempre
nuestro mayor esfuerzo..... Si dependemos de otros nunca nos atreveremos a
hacer cosas nuevas, a tomar nuevos retos o nuevos caminos, ya que somos
nosotros mismos quienes debemos poner a trabajar - en conjunto - todo lo que
sabemos para así poder cada día dar lo mejor de cada uno de nosotros.
4.- Todos sentimos presión,
tensión o estrés, día tras día, para trabajar, para actuar, para llegar a hacer
lo que tenemos que hacer en realidad. No dejemos que esto nos debilite sino
todo lo contrario, que nos permita crecer y ser mejores cada vez.
5-.- de verdad no se a quien
le escuche esta frase pero tiene toda la razón: "the love of comfort is
the enemy of greatness". No dejemos que la comodidad nos haga flojos, débiles
u holgazanes.
6.- Tenemos que
esforzarnos cada día más! Todos debemos además, pausar o hasta retroceder,
para repensar, analizar y ver lo que hayamos hecho y entender lo que debemos
mejorar. Todo esto es lo que nos ayudará a seguir hacia adelante.
7.- hay algo muy
importante que ya lo hemos comentado en artículos anteriores y es que “lo que
sembremos o plantemos hoy, lo cosecharemos más adelante dentro unos cuantos meses
o años”. No aprendemos en un día o de la noche a la mañana y de la misma
manera nuestro trabajo individual se va creando y mejorando con el pasar del
tiempo y solo así nuestras contribuciones serán mejores en el futuro; pero
debemos comenzar desde ya, de inmediato.
Si bien hay mucho que comentar
en este tema, debemos darnos cuenta de una cosa muy importante, y es que todos
y cada uno de nosotros contribuimos a nuestro bienestar, al de nuestra familia,
empresa o país. El trabajo de uno solo no basta y por ello se requiere el
trabajo de todos, o por lo menos de una gran mayoría para sacar un proyecto, una idea, un nuevo producto o hasta un país hacia adelante. Para ello tenemos que
tener paciencia, para que las cosas fluyan y salgan bien. Asimismo debemos darnos cuenta
que debemos saber y entender lo que en realidad se pide o exige de nosotros,
sea lo que fuere que nuestra sociedad espera de nosotros, de las contribuciones
que son y serán requeridas de cada uno de nosotros. La paciencia es aquí
importante siempre, pues si fallamos debemos mejorar, tratando de ser
exitosos pero entendiendo que todo lo hacemos en un período de tiempo que no
podemos tampoco apresurar demasiado.
¿Qué vamos a hacer hoy o esta semana o este nuevo año?
Nuestras contribuciones siempre serán ayudas y guías para otros. Hagámoslas bien
y nunca desistamos de hacerlas. Hoy solo tenemos un trabajo, uno solo, hacer lo
que tenemos que hacer hoy y hacerlo de la mejor manea posible. No lo que tenemos que hacer mañana o hacer hoy lo que dejamos hacer ayer. Hagamos nuestro trabajo de hoy, hagámoslo bien y preguntémonos
al final del día: ¿Estamos satisfechos con lo que hicimos hoy?
A la final reconozcamos
que es solo con nuestro aporte diario, con esa pequeña contribución del día a día, que haremos de
nosotros grandes personas y ayudaremos a crear grandes empresas, ideas y países
y sobre todo aportaremos nuestro granito de arena con el esfuerzo para lograr formar
a nuestros propios hijos y a las futuras generaciones en esa misma dirección.
En este nuevo año les deseo mucho aporte y mucha contribución de parte de todos y cada uno de ustedes y que esas hazañas, grandes o pequeñas, los llene de mucha satisfacción a lo largo de todo el nuevo trayecto.
Seguiremos motivando. LV
No hay comentarios:
Publicar un comentario