para la selección española de futbol femenino, el resultado de un trabajo de muchísimos años y de muchas personas no podía ser mejor. La selección española se coronó como campeona del Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 al imponerse a Inglaterra (1-0) en Sídney, donde Olga Carmona fue la heroína con un gol en el minuto 29 del partido. El trofeo tendrá la rúbrica de una selección que ya hizo historia al superar la primera eliminatoria y que ha demostrado su dominio ante las mejores potencias europeas y culminar su éxito en esta final.
Pero la España futbolística de 2023 no es la misma que la de hace pocos años ni la de eses inicios incipientes por allá por la década de los 60. Fernando Carreño, columnista del periódico MARCA de España, en una muy interesante columna titulada La larga marcha del fútbol femenino en España: de 'Las Ibéricas' al Mundial[1] nos reseña que “en los años 60 del pasado siglo, en un pueblo instalaron un campo de deportes; era de baloncesto, un espacio relativamente nivelado y dos canastas con tablero de madera. Las chicas llegaron y se pusieron a jugar. Cada vez más. Con entusiasmo. Hicieron equipos. Y un día los tableros aparecieron rotos a pedradas y las canastas arrancadas. Hubo denuncia a la policía. Se acusó a los chicos del pueblo. La policía corroboró la denuncia y la autoridad provincial recriminó al alcalde. Este aceptó los hechos y dijo que se repondrían las canastas, pero que no era propio que chicas ya de 'cierta edad' (quizá entre los 15 y los 30 años) jugaran 'al balón'”. Esto sucedió en España, y la anécdota relatada se refiere al baloncesto, y no al fútbol femenino, deporte que tanto en España como en muchas otras partes ha pasado por sus dificultades y retos.
El fútbol se resistió cuanto pudo y fue en 1969 cuando la FIFA por fin
reconoció oficialmente al fútbol femenino. Quienes lo practicaban debían luchar
contra una mentalidad machista y no del deporte propiamente dicho, tal y como
reseñaba MARCA en 2012[2].
En el fútbol, decía, -que siempre ha sido lugar donde se permitía extremar un
poco las cosas- era 'cosa de hombres'. En la España de los 40 y aún después se
debatía sobre si el deporte era perjudicial para la salud de las mujeres o no
pero en el fútbol tal discusión apenas se mantenía. Rafael Martínez Gandía sostenía
que la mujer que jugaba al fútbol dejaba de ser mujer. Pero la vida y los tiempos
cambian y el futbol femenino se abrió paso en la sociedad y desde entonces había
hombres y mujeres empeñados en hacer realidad el fútbol femenino. Ya para los
años 70 existían clubes, los primeros torneos y se recibían los primeros apoyos
destacados, como los del F.C. Barcelona, y una jugadora llamada Conchi Sánchez,
de 21 años de edad, se convertía en la primera estrella internacional del
fútbol femenino español.
Pero no fue sino en 1983 cuando la Federación Española de Fútbol dio oficialidad al fútbol femenino. En ese año se instituyó la selección y a su frente se puso a Teodoro Nieto, quien se sorprendió gratamente del tesón del grupo con el que trabajó, y desagradablemente del machismo imperante. Fue seleccionador hasta 1988, cuando nació formalmente la Liga Nacional Femenina con un nuevo entrenador, Ignacio Quereda, quien trabajó con tiempo, pues como dice Carreño, “a diferencia de las urgencias del fútbol masculino, en el femenino se podía pensar a largo plazo -ya fuera porque se estimara conveniente o porque no importara gran cosa lo que sucediera con él-”. Por allá por 1988 la selección española femenina disputó su primer partido oficial, y desde entonces todo ha cambiado tanto en España como a nivel mundial. Se contrataron entrenadores, preparadores físicos, nutricionistas y fisios dentro de la estructura técnica de los equipos y selección. No siempre fueron tiempos fáciles para las mujeres en el fútbol y "estaba mal visto que las niñas jugaran al fútbol; era muy difícil convencer a los padres", dijo Nacho Quereda, y ha habido desde entonces una gran evolución y determinación en cambiar las cosas. En 2004 la selección sub-19 se proclamó campeona continental; en 2013 se volvió a un Europeo y en 2015 se consiguió la clasificación para un primer Mundial. Si bien en aquel 2015 no se pasó de la fase de grupos, ya muchas deportistas estaban a la cabeza del mundo en sus disciplinas y habían abierto camino para un cambio de mentalidad, si no tanto en el fútbol, sí en las futbolistas.
España se coronó este 2023 en el primer Mundial femenino con 32 equipos, un esquema que la FIFA pudo establecer y con modelo de pago para garantizar la remuneración de todas las jugadoras y todos los equipos. Para esta competencia, además, se apostó fuerte por el fútbol femenino, ya que se aumentó el premio para el Mundial a 150 millones de dólares, una cifra que triplica la cantidad que se pagó en la máxima cita de 2019 y se multiplicó por diez la del 2015.
Las futbolistas españolas lograron convocar a miles de fanáticos, superaron las diferencias internas, se adaptaron, lograron ser escuchadas, sintieron el respaldo del cuerpo técnico y de la Federación. En pocas palabras, encontraron lo que buscaban y se quedaron con la corona. Lo realmente valioso de este equipo de mujeres, como dice el periódico La Nación[3], “es que pudieron darse cuenta que tenían talento para romper con todos los prejuicios y contaban con la fuerza necesaria para ser reconocidas como se merecen”. Cuando todas las partes están de acuerdo en cual es la meta final, se logran grandes cosas: se sumaron más profesionales para mejorar la calidad de la preparación; se aceptaron condiciones de las futbolistas para que su comodidad fuera plena; el DT les dio flexibilidad y les permitió más contacto con sus familias durante los momentos de concentración o durante los entrenamientos; resultó clave que después de los partidos pudieran tener el día libre para compartir con sus hijos, familiares o parejas; e incluso, las jugadoras dispusieron de 15.000 euros para llevar a Nueva Zelanda y Australia a sus seres queridos. El ambiente había cambiado y el que rodeaba al equipo era de ilusión.
Esta selección española hace historia en 2023 al convertirse en la única selección femenina en conseguir ser vigente campeona del mundial femenino en tres categorías: sub-17, sub-20 y absoluta. Es la quinta selección campeona del mundo en la historia de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, además de Estados Unidos (4), Alemania (2), Noruega (1) y Japón (1), y antes de levantar la Copa del Mundo, se anunció oficialmente a la mejor jugadora del torneo, Aitana Bonmatí, que fue polivalente e indispensable para España en casi todas las instancias de esta competencia. España relució y le ganó a la vigente campeona de Europa con un único gol de su capitana Olga Carmona, demostrando la efectividad y el poderío del fútbol español femenino en el mundo.Todo resultado es un largo camino de éxitos, trabajos, reenfoques, visiones, exigencias y determinación. Es un crecimiento continuo de muchos años donde cada temporada se trabaja para que sea mejor que la anterior. Salma Celeste Paralluelo, jugadora de la selección dijo “los juegos, el trabajo, las risas, los momentos con las familias… Todo ha hecho que seamos una familia, que queramos morir la una por la otra en el campo”. Y es que España tiene un ADN de fútbol que con la conjunción de todo y el talento de las jugadoras ha hecho que sean campeonas. Así se cierra el mejor mundial de la historia del fútbol femenino, con los mejores números de asistencia y competitividad.
El fútbol es hoy un fenómeno sociológico, el gran deporte mundial. El futbol femenino es hoy más competitivo y más popular que nunca. Que esté hoy en este gran nivel se debe a las jugadoras actuales y a las pioneras que en su día se dejaron la piel y las rodillas en los campos de tierra a los que estaban relegadas. Hoy ver a estas jugadoras brillar es un verdadero privilegio.
[1] Carreño,
Fernando. La larga marcha del fútbol femenino en España: de 'Las Ibéricas'
al Mundial. Periódico MARCA de España. 20/08/2023. Obtenido de https://www.marca.com/futbol/futbol-femenino/opinion/2023/08/11/64d60cdc46163f0cbb8b4591.html
[2] Cuando
el fútbol era Cosa de Hombres. MARCA. Octubre 2012. Obtenido de https://www.marca.com/blogs/tirandoadar/2012/10/25/cuando-el-futbol-era-cosa-de-hombres.html
[3] España
campeón del mundo: la consolidación de un proyecto que superó las tensiones,
dejó los egos a un costado y puso al fútbol femenino en la cima. La Nación.
20 de agosto de 2023. Obtenido de https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/espana-campeon-del-mundo-la-consolidacion-de-un-proyecto-que-supero-las-tensiones-dejo-los-egos-a-un-nid20082023/
No hay comentarios:
Publicar un comentario