- La primera frase es de Leonardo Da Vinci, quien ya antes
del año 1500 dijo “así como el hierro se oxida por no usarlo, también
la inacción deteriora el intelecto”.
- La otra frase que leí de Jim Rohn decía que “rara vez
una buena idea te interrumpe”.
- La tercera frase es de Walt Disney, que es más conocida y
que hoy me llegó en un artículo sobre el nuevo museo sobre la vida de Walt
Disney que abrieron recientemente en San Francisco. Esa frase dice lo siguiente: “If you
can dream it, you can do it”.
Todos los días estamos presentes ante una grandísima cantidad de
información, de temas, de momentos en los que tenemos que actuar o decidir, de
momentos para trabajar y esforzarnos y luego de momentos para disfrutar y en
cada uno de ellos tenemos diferentes vivencias, maneras distintas de ver las
cosas, de sentir, de aprender. Sin embargo, no nos damos cuenta que así como
debemos ejercitar nuestro cuerpo y nuestros músculos, teniendo razones desde
físicas hasta de motivos de salud, de la misma manera debemos ejercitar nuestra
mente, nuestro intelecto.
Hay muchas maneras para hacerlo y muchas de ellas son muy fáciles de hacer
y quizás las hacemos muy frecuentemente o sin darnos cuenta. Lo importante
aquí, sin embargo, es darnos cuenta que si necesitamos hacer ejercicios para
mantener nuestra mente en forma, al día, con los nuevos avances, con lo mejor
que podamos hacer diariamente. Hay muchos consejos que escuchamos o que leemos,
como por ejemplo, hacer sumas y restas, jugar Sudoku, leer revistas a la vez
que leemos libros de cualquier género. Un buen ejemplo es hacer ejercicios de
memoria. Hoy en día con los teléfonos inteligentes ya ni siquiera recordamos
los números de teléfono o las fechas de cumpleaños de nuestros familiares y
amigos cercanos. Todo se lo dejamos a las agendas electrónicas, a los
calendarios de nuestros teléfonos o a algún instrumento digital que nos
recuerde de ello. Ahora bien, ¿por qué no hacemos un esfuerzo para recuperar
nuestra memoria en todos los sentidos? Algunas personas recomiendan que al
finalizar el día hagamos un recuento de lo que hicimos, de nuestras
actividades. ¿No les pasa a veces que ni siquiera recordamos lo que almorzamos
ese día? La verdad sea dicha, eso es inaceptable!!!
Nuestro cerebro es el centro de nuestro sistema nervioso. Comanda todas
nuestras actividades, desde las que permiten movilizarnos, hasta las que
permiten defendernos de ataques inmunológicos. Controla todos los órganos del
cuerpo humano y como tal, es quien nos dice si estamos cansados o tenemos
hambre, si nos queremos distraer o si debemos hacer otro tipo de actividades.
Pero es también la parte de nuestro cuerpo en donde está nuestra memoria, esa
gran base de datos, con una capacidad de almacenamiento y procesamiento casi
que ilimitada, pero que nosotros mismos limitamos, restringimos y no
desarrollamos.
Según aprendimos desde pequeños, el lado izquierdo del cerebro controla el
lado derecho de nuestro cuerpo y viceversa; lo que vemos por el lado izquierdo
de las retinas de nuestros ojos va al lado izquierdo de nuestro cerebro y lo
que vemos por el lado derecho de nuestras retinas va al lado derecho de nuestro
cerebro. En pocas palabras, todo lo que vemos, hacemos o vivimos cada día
alimenta de manera visual nuestro cerebro y de maneras diferentes. En muchos
respectos, los dos lados de nuestro cerebro son simétricamente iguales. Pero
cada lado controla algo diferente. El lado izquierdo, por ejemplo, controla
nuestra habilidad para hablar, mientras que el lado derecho controla parte de
nuestras habilidades de espacio y equilibrio, entre otras. Sin embargo, gran
parte de nuestro entendimiento y de nuestra comprensión viene dada por la interacción
de ambos lados del cerebro. Todos tenemos en él entre 80 y 120 mil millones de
neuronas, una capacidad impresionante. Pero lamentablemente siempre hemos
escuchado que la mayoría de las personas solamente utilizan el 10% o 20% de la
capacidad de su cerebro (esto se le atribuye a dos profesores de Harvard cerca
del año 1890). No es que usemos solo el 10% o 20% del tamaño del cerebro como
muchos piensan, es que usamos solo el 20% de su capacidad de procesar y generar
ideas e información. Este supuesto no ha podido ser demostrado, mas sin embargo
sabemos de personas que han logrado incrementar su intelecto, mejorar su
memoria, tener una gran creatividad y retentiva y todo eso lo han logrado
mediante entrenamiento y estudios a través de los cuales estas personas han
podido aumentar su inteligencia.
Es verdad que se conoce poco acerca del funcionamiento de las células y
neuronas que forman el cerebro, o cómo interactúan en él las diferentes partes
que lo componen. Lo que sí sabemos es que podemos hacer actividades e iniciar
aprendizajes para mejorar su funcionamiento: preguntemos continuamente;
investiguemos; leamos todos los días; ejercitemos la memoria; hagamos
ejercicios físicos; tengamos una buena dieta incluyendo nutrientes para nuestro
cerebro; manejemos un vocabulario excelente, aprendiendo palabras nuevas todos
los días; aprendamos otro idioma; busquemos un nuevo hobby o tengamos
discusiones entretenidas. Estas son solo algunas de las cosas que podemos hacer
para mejorar nuestro intelecto.
Hay muchos libros ya sobre el tema que los invito a buscar y leer, pero
sobre todo, entendamos que somos lo inteligente que queremos ser, tenemos la
memoria que queremos tener y desarrollamos nuestro cerebro al igual que las
demás partes de nuestro cuerpo. Y solo alcanzaremos mejorar la capacidad de
nuestro cerebro si nos lo proponemos cada uno de nosotros todos los días de
ahora en adelante. Los invito a hacerlo.
Seguiremos motivando. LV
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