La semana pasada terminó una temporada más del béisbol de
grandes ligas y con ella, una gran cantidad de hazañas que recordar, como por
ejemplo el no-hit no-run de Johan Santana, el juego perfecto de Félix Hernandez
(tan solo el número 23 de la historia), la carrera hasta el último día de las
tres divisiones en la Liga Americana para definir su ganador, la histórica
hazaña de Miguel Cabrera en convertirse en el primer bateador en alcanzar la
triple corona (mayor promedio, cantidad de impulsadas y homeruns) en 45 años y
tantos otros eventos que sucedieron, casi que uno detrás del otro, que nos
mantuvieron al hilo más de una noche y que nos preparan este año para unos excelentes
play-offs y Serie Mundial. Entre todos estos acontecimientos, hay que destacar
el gran logro - que todos aquí también estuvimos siguiendo paso a paso - de Miguel
Cabrera quien logró números como muy pocos jugadores han logrado en una sola
temporada: 330 de promedio de bateo (.429 en el último mes), 139 impulsadas y 44
jonrones (además de 205 hits -No.1- que no entran en este premio). Si logra ser
el MVP de la Liga Americana está por verse (los premios se otorgan luego de la
Serie Mundial), pero realmente fue una extraordinaria campaña.
Pero al terminar la temporada también sucedió algo
que nos debe llenar de orgullo a todos: Omar Vizquel terminó una de las
carreras más espectaculares de jugador venezolano en la gran carpa. Luego de 24
años como jugador profesional, algo que raramente se ve hoy en día, jugando
para seis equipos diferentes durante esa trayectoria, Omar Vizquel puede llegar
a convertirse en el segundo venezolano en pertenecer a un verdadero grupo
selecto de jugadores, pues en todos los aspectos posibles, tiene los números y
la trayectoria para llegar a ser miembro del Salón de la Fama (Hall of Fame –
HOF) en Cooperstown, NY. En el béisbol y más en especial el de las grandes
ligas, los números de un jugador - sus estadísticas individuales - son lo más importante
y los números de Vizquel así lo demuestran[1]:
· Se retira con el segundo record de más juegos jugados en
la posición de short-stop con 2.877 (solo lo supera Carl Ripken con 3.001
juegos); y quedó en la posición No. 12 de la historia con un total de 2.968 juegos
jugados;
· Tiene 1.445 carreras anotadas y 951 carreras impulsadas,
Nos. 8 y 18 de la historia, respectivamente entre los jugadores del short stop;
· Conectó 2.877 hits, más que cualquier otro jugador
venezolano (Luis Aparicio tuvo 2.677) quedando en la posición No. 40 de todos
los tiempos y quedó como el No. 5 en la lista de short-stops con mayor cantidad
de hits en la historia;
· Es el short-stop con menor cantidad de errores en una
temporada individual (3) y tan solo cometió 183 errores en toda su carrera (en
comparación, por ejemplo, Aparicio tuvo 366 y Ozzie Smith 281 - ambos son
miembros del HOF);
· Es el líder de todos los tiempos en doble-plays iniciados
por un short-stop;
· Tiene un porcentaje de fildeo de .985, también el mayor
entre los jugadores en su posición en la historia de las grandes ligas.
Y los reconocimientos así lo demuestran, con 11 Guantes de
Oro (9 de ellos de manera consecutiva), apareció en tres ocasiones
en el Juego de las Estrellas y jugó en dos Series Mundiales (1995 y 1997). Fue
electo en el 2007 miembro del Salón de la Fama del Hispanic
Heritage Baseball Museum. Ha recibido además los premios Hutch Award en 1996 (otorgado al jugador que "best
exemplifies the fighting spirit and competitive desire" y que lo ha convertido hasta hoy en día en
el único jugador extranjero en ganarlo) y el Willie Mac Award
en el 2006 (otorgado al jugador de los Gigantes de San Francisco que mejor
demuestra el liderazgo y la constancia en el juego). Se retira siendo
reconocido como uno de los mejores short-stops de la historia, el jugador de
mayor edad en estar activo en esta temporada y en agosto pasado se convirtió en
el jugador de mayor edad en jugar en la posición de short-stop. Vizquel debutó
en el año 1989, lo que lo convierte además en tan solo uno de los 29 peloteros
en la historia que jugaron en cuatro décadas diferentes y es uno de los cuatro
jugadores quienes han conectado jonrones en cuatro décadas diferentes (los
otros son Ted Williams, Willie McCovey y Ricky Henderson).
Un gran jugador todavía a los 45 años, cuando ya
muchos tienen más de una década sin jugar. Y todo esto viene de una serie de
elementos y habilidades que hacen de Vizquel un ejemplo a seguir: entrenamiento,
excelente condición física, tenacidad, capacidad de adaptarse aún al juego
diferente de los jugadores más jóvenes, preparación, constancia, rendimiento al
máximo, esfuerzo y tantas otras cosas que nos enseñó con su trayectoria, sus
brillantes jugadas y con su actitud siempre de seguir adelante. Demostró no
solo una gran habilidad en el campo sino una gran elegancia en el día a día de
sus jugadas. Muchos artículos en periódicos lo daban por terminado en los años
2006 o 2008, pero siguió jugando y dando la pelea. Un jugador de edad, para los
estándares del juego, pero que supo mantenerse en forma (física y mentalmente),
quien que es un jugador con grandes conocimientos, que lidera y orienta a sus
compañeros, que sigue en la pelea como cualquier rookie lo haría en su primer
año, quien enseña continuamente, quien siempre fue pieza clave para los
managers para quienes jugó y que dio lo mejor de sí mismo día tras día, en un
total de 2.977 juegos (No. 40 en la historia). Estas son algunas de las
demostraciones de alguien que siempre siguió adelante, siempre esforzándose,
siempre dando lo mejor posible.
Es esa combinación de factores lo que hace de una
persona alguien ejemplar, un líder para algunos o un héroe para otros, alguien
a quien seguir, alguien que logra motivar, alguien de quien podemos y debemos
aprender. Ese ha sido Omar Vizquel a través de los años. Algunos lo vimos jugar
solo aquí en Venezuela; otros habrán tenido la gran suerte de haberlo visto
jugar en un juego de las grandes ligas o cuando fue capitán del equipo que
representó a Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol que se jugó en los
Estados Unidos. Pero para todos, verlo en el campo directamente o a través de
la TV fue algo que se nos grabó en la memoria.
Si bien el nombre de Omar Vizquel nunca podrá ser
comparado con el de jugadores de la talla de Ruth, Williams, Ripken y otros (personalmente
creo que en parte se debe por haber jugado en tantos equipos a lo largo de su
carrera), el ver su trayectoria y sus números si lo colocarán hoy y siempre
como uno de los mejores peloteros y sobre todo uno de los short-stops de mayor
excelencia en la historia de las Grandes Ligas. Ahora esperaremos con ansias el
transcurso de estos próximos cinco años (tiempo mínimo de espera) hasta que
seguramente un frío mes de enero nos enteremos de su inclusión en el Salón de
la Fama de las Grandes Ligas.
De pequeñas cosas o eventos en la
vida se crean las grandes historias. Gracias Omar por ser tan excelente ejemplo para
todos nosotros y un gran orgullo para todos los venezolanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario