Hay
ciertas cosas que deben estar dentro del ADN de cada uno de nosotros; de hecho
para mí son tres muy específicas que todos debemos conocer:
1. la primera de ellas
es tener una gran actitud positiva;
2. la segunda es siempre
estar altamente motivados; y,
3. la tercera, es
adoptar la filosofía del aprendizaje continuo.
Esto
lo traigo a colación por una conversación que tuve anoche con mi hijo menor
sobre lo que para él es su visión de éxito
de cara al futuro. Obviamente algunos dirán que no es un tema para
conversar con joven de tan solo 14 años, pero resulta que es con nuestras
orientaciones, consejos y guías que los jóvenes de hoy se convertirán en el
futuro del mañana. Un buen maestro se
mide por la capacidad de lograr que sus alumnos lleguen a crear mejores y más
innovadoras ideas de las que les fueron enseñadas. Y como padres nos convertimos
en educadores, maestros, mentores y mucho más.
Hablarles
de éxito y liderazgo a nuestros hijos, sus amigos y a sus compañeros de clase
crea en ellos una visión muy diferente al hacerles sentir que son capaces de
lograr y alcanzar lo que deseen. Como dice un famoso y viejo refrán, ‘el
cielo es el límite’. En otras palabras somos nosotros quienes nos
ponemos los límites a lo que podemos alcanzar; somos nosotros quienes con miedo
destruimos nuestro potencial. Y algunos dirán que es el entorno, las circunstancias
o situaciones que están fuera de nuestro control. La realidad es que somos
nosotros de manera individual y colectiva, quienes decidimos cómo queremos que
sea nuestro futuro. Si lo vemos optimista, motivado y exitoso, tendremos una
vida muy diferente que si lo vemos de manera negativa y pesimista. Y somos
nosotros quienes lo vamos creando poco a poco, paso a paso.
Recuerden
que ‘un viaje de mil leguas comienza con
un primer paso’. Demos ese primer paso en conjunto con nuestros hijos; conversemos
con ellos acerca del éxito y el liderazgo, o de las metas y estrategias; hablémosle
y enseñémosles sobre la historia y la cultura. La mente de un niño y de un joven
debe actuar como una esponja de conocimiento y sabiduría y quienes tenemos la
posibilidad de influir en que estos temas vayan más allá de lo cotidiano,
tenemos la posibilidad de motivar las mentes creativas del futuro.
El éxito de nuestros hijos
en gran medida dependerá de lo creativos, ingeniosos e innovadores que los
ayudemos a ser.
Por ello hablemos con ellos cómo se ven en su futuro, con una gran actitud
positiva y una gigantesca motivación personal que los lleve a ser exitosos.
Seguiremos motivando. Luis Vicente Garcia
No hay comentarios:
Publicar un comentario