A
lo largo de nuestras vidas vamos viendo las cosas con una perspectiva
diferente: nos damos cuenta de lo que vale y lo que no vale. Hay gran cantidad
de eventos que vamos viendo y nos damos cuenta de lo que funciona y de lo que
no funciona; pero no toda la gente lo hace. Y es que en estos días en una
conversación con mi hijo mayor me di cuenta que lo que más se refuerza es lo
negativo.
Él
me comentaba que en el primer día de clases, uno de sus profesores se dedicó el
tiempo completo de la clase a hablar de lo malo, incumplidos, desordenados y
desinteresados que eran los estudiantes hoy día. Y si bien no le quiero quitar
la poca razón que pudiese tener ese profesor, esa no es la manera como se debe
comenzar una clase, sea de un trimestre, un semestre o un año; sea de colegio o
de universidad. Eso es lo que se llama: motivación
negativa. ¿Y por qué sucede eso?
Lo
primero que hay que resaltar es que la
motivación negativa no funciona. ¿Cuántas veces vemos a nuestros hijos
cabizbajos o molestos porque los regañaron en una clase indebidamente o porque
los hicieron nadar o correr más de la cuenta en su práctica deportiva? Eso
genera desgano y desmotivación. ¿Será que eso es lo que se quiere lograr? Uno
de los secretos mejor guardados se revela cuando hablamos, le damos clases o
entrenamos a niños pequeños. Varios hemos tenido la oportunidad de ver como en
juegos de niños de 5 a 8 años, solo se recuerdan de lo último que les dijo el
entrenador. El entrenador les puede haber hablado de estrategia, o decir que
jugaran en equipo; pero si lo último fue, por ejemplo, ‘salgan a patear duro’, eso es precisamente lo que van a hacer.
Olvidémonos de anotar carrera o de meter goles; solo patearán.
En
segundo lugar, la motivación negativa
solo reprime. Si estamos en práctica de Judo o de Baseball, muy
probablemente nos señalen no lo bien que jugamos sino lo mal que lo hacemos. Si
bien las prácticas son para mejorar, el enfoque de las mismas es lo que
generara un resultado positivo. El año pasado tuve la oportunidad de escuchar
una conferencia sobre el tema de practicar continuamente. Y nos decían que lo
válido no es solo practicar, sino hacerlo de manera perfecta.
Eso es lo que debemos
buscar con una motivación positiva: la idea de mejorar de manera continua, de
hacer las cosas de una mejor forma y de motivar a los demás. Eso nos debe llevar a hacer
las cosas en positivo y no en negativo, a dar el buen ejemplo con lo que
hacemos; a darles la bienvenida a los estudiantes al inicio de sus semestres y
a la vez motivarlos mucho al comenzar sus clases; de la misma manera en que
debemos motivar a nuestros empleados y miembros de nuestros equipos de trabajo.
Trabajemos
en motivar a los demás continuamente para que podamos crear un ambiente de
trabajo, de clases y en nuestras familias que esté lleno de energía positiva.
Seguiremos motivando!
Luis Vicente Garcia
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