miércoles, 1 de junio de 2016

Un día de Buena Voluntad

Cuando me invitaron a pasar un día con el equipo de la A.C. Buena Voluntad – Venezuela, nunca me imaginé lo que nos iba a suceder. Por un lado comenzaba a conocer una fundación cuya misión es ayuda a jóvenes y adultos con algún tipo de discapacidad a prepararse para entrar al mundo laboral. Por el otro, conocería a productores, camarógrafos, cineastas, agencias de imagen y publicidad, equipo de sonido y de luces y poco a poco se iban anexando las partes de lo que llegaría a ser un nuevo proyecto.

La tarde anterior había ido a visitar a la sede de Buena Voluntad en Los Samanes, Caracas. Un lugar lleno de paz y tranquilidad y sobre todo mucha paciencia; esa que se va acumulando con los años y que quizás nos permite ver las cosas con una perspectiva diferente.  Conocía las instalaciones, el personal, parte de los voluntarios y poco a poco iba conociendo a los jóvenes que estaban allí, aprendiendo y preparándose.

Todavía en nuestra época moderna no terminamos de entender que todos tenemos algún tipo de discapacidad (si, todos) y que además todos somos especiales. Ahora imagínense cuando conocemos a estos jóvenes que han vivido con limitaciones físicas o mentales durante toda su vida. El verlos esforzándose y aprendiendo nos debe hacer darnos cuenta que somos privilegiados. Tenemos todo lo que queremos, todo lo que posiblemente necesitamos y a pesar de todo ello es naturaleza del ser humano el quejarse, el protestar, o el no dar el máximo de su rendimiento potencial. ¿Por qué será?

Comienzo a ver como con sus dificultades individuales van aprendiendo modales, técnicas, computación,  a usar software, a hacer cartas, a compartir, a cumplir horario entre otras cosas y más importante aún, me cuentan ellos, van aprendiendo valores. Y todo eso lo hacen en una gran organización y con la ayuda de un grupo de maravillosos voluntarios que día tras día van a hacer su gran trabajo, el de enseñar, guiar y orientar. ¿No deberíamos todos hacerlo y todos los días? En realidad, ojalá todos compartiéramos y apoyáramos mucho más.

Y llegado el día para el cual me habían invitado, el día de la filmación del proyecto, todo comenzaba muy temprano antes de las 7 de la mañana. Llegaban los equipos y sus operarios; conocía al director, a los productores, a los creativos y camarógrafos. Iba conociendo a todo el equipo para iniciar lo que sería un día extraordinario. Por un lado yo estaría encargado de compartir con gerentes y profesionales de las áreas de reclutamiento y selección una cantidad de grandes experiencias; mientras que a la vez iba a conociendo a cuatro maravillosas personas, muchachos de la Fundación Buena Voluntad, cada uno con sus discapacidades, sus limitaciones, sus problemas individuales pero que llegaron todos con una linda sonrisa y un gran ánimo para compartir sus bellas experiencias. Algunos jóvenes, otros ya adultos, cada uno nos contaba sus aspiraciones, sus ganas de trabajar, compartían sus historias, sus aprendizajes y sus deseos.

El día fue transcurriendo en medio de sorpresas para unos, de cambios de guion para otros y nuevas visiones para los demás. Caras de asombro llenaban el estudio en el cual estábamos y llegado el momento de los testimonios, me correspondía hacer preguntas que se tornaban en  conversaciones cuyas respuestas se hacían muy personales, en ocasiones desde lo más interno y sobre todo llenas de mucho sentimiento. Se iba creando un día mágico.

Este es solo el inicio de un bello proyecto. Uno en el cual se va a desarrollar un nuevo modelo a través de la tecnología que nos permita insertar en la sociedad a éstos jóvenes y adultos en un mercado complejo como lo puede ser el mercado laboral y más en nuestro entorno actual. Pero todos ellos son muchachos que lo quieren y sobre todo pueden hacer. Como dice el lema de Buena Voluntad, ‘Con tu Apoyo Cambiamos Vidas’. Para quienes quieran conocer la labor y cómo apoyar a Buena Voluntad, los invito a visitar el siguiente link: Buena Voluntad


Todos estos muchachos y muchachas como nos decía una de las gerentes  “son quienes iluminan a la oficina con su sonrisa todos los días”. Seamos todos parte de un día mágico y de una vida diferente para tantas personas a quienes podemos ayudar de tantas maneras y denos cuenta que si podemos transformar su futuro, dándoles un trabajo formal donde puedan ir construyendo sus vidas. 

Seamos parte de una Buena Voluntad donde #YoSoyBuenaVoluntad. Y tú, ¿Lo quieres ser?


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