Aquí debo comenzar con una
pregunta: ¿cuántas veces debemos levantarnos luego de cada caída? La respuesta
va a variar dependiendo básicamente del estado de ánimo de cada persona, mas
sin embargo hay una sola respuesta posible y definitiva ante esta delicada situación.
Y aquí, esa respuesta es: TODAS LAS QUE SEAN NECESARIAS. Sin más ni
menos; eso es lo que hay que hacer. ¿Por quién más sino por nosotros, nuestros
hijos y por quienes dependen de nosotros? Pues debemos levantarnos todas las
veces que sea necesario levantarse para seguir hacia adelante construyendo y defendiendo
nuestro futuro.
Obviamente no es fácil, algunos
dirán que no es ya posible, pero es aquí donde cada uno de nosotros debe pensar
en nuestro futuro personal y profesional, pensar en nuestras familias, pensar
en el futuro que debemos y estamos obligados a seguir descubriendo y preparando
para quienes nos rodean, especialmente nuestros jóvenes, que son el futuro en
sí mismo, que tienen toda su vida por delante.
Hace poco escribía sobre las
oportunidades y que debemos buscarlas para saberlas aprovechar. Hoy les digo
que puede que aquellas oportunidades hayan cambiado, pero igual nos vendrán
nuevas oportunidades que tendremos que ver y analizar, para eventualmente
tomarlas y aprovecharlas. Que no nos vemos haciéndolo luego de tan fuertes caídas
tan consecutivas y tan duras? Puede ser, es humano. Pero será nuestra obligación
hacerlo ya que no nos podemos quedar caídos en el suelo. Un bebé se levanta mil
veces hasta que logra aprender a caminar. Un boxeador que lo tumban, se para de
la lona para seguir luchando. Un guerrero, un dueño de negocios, un político,
un luchador social debe prepararse para ello, y al caer solo le queda la
posibilidad de levantarse, no de darse por derrotado. Pues lo mismo le toca a
una sociedad y a un país entero. Hemos visto países recuperarse luego de
eventos naturales devastadores; hemos visto continentes enteros desarrollarse
luego de largas y durísimas guerras; hemos visto como sociedades enteras han
luchado para defender su libertad. Hemos visto y seguimos viendo ejemplos de
salir adelante en una persona que por ejemplo, tuvo un ataque al corazón; lo
hemos visto en equipos de trabajo o en equipos deportivos que luego de una mala
racha comienzan a dar los resultados esperados; lo hemos visto en comunidades y
en países enteros que luego de las más serias dificultades han decidido salir
adelante. Lo hemos visto mucho; ahora nos toca hacerlo nosotros. Es parte de nuestra
responsabilidad como ciudadanos.
Hagámoslo por nuestro futuro.
“Defeat
is not the worst of failures.”
George E. Woodberry
“No seguir tratando será nuestro peor fracaso”
LVGG
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