Digo esto pues a pesar de lo anterior, las empresas, organizaciones, escuelas, municipios o cualquier tipo de ente donde se trabaje con grupos o equipos de trabajo, debe seguir funcionando; es más, el trabajo se debe seguir haciendo y con las herramientas que a veces se dispone hoy en día, no hay razón para que el equipo de trabajo no funcione. Mucho se ha escrito sobre el tema. Ultimamente se han generado una gran cantidad de ideas, artículos y libros, además de que la Internet está llena de recomendaciones para mejorar el trabajo en equipo, pero aun así no lo hacemos. Y esto sucede pues no hay una única y verdadera forma o manera para lograr motivar a la gente, que es quien forma éstos equipos de trabajo. Y entonces, ¿qué hacer?; Si bien la respuesta no es sencilla, trataré de resumir parte de lo que ha sido publicado recientemente.
Para empezar, debemos nosotros mismos formar parte del equipo. Con ello quiero decir que debemos entender las necesidades el equipo, sus tareas, las herramientas de trabajo que disponen y saber bien lo que se espera como resultado. Si bien algunos pueden estar dirigiendo equipos de trabajo no solo en sus oficinas sino inclusive a veces a lo largo de varias ciudades o países, debemos tener cuidado que nuestro equipo tenga realmente lo que necesite, sin contar que se le haya asignado el tiempo suficiente para la realización de su trabajo.
En segundo lugar, lo que hoy se
exige a nivel de las relaciones personales en las empresas ha cambiado la
manera de trabajar todos los días. Por ello, ahora el equipo de trabajo debe
tener un toque más personal por parte de quien los dirige. Cada persona es
diferente, cada quien se comporta de manera distinta y eso hace que quienes dirijan
a equipos de trabajo deban estar pendientes de las personas que lo forman y más
aún, cada vez es más común que en la empresas se lleven a cabo estudios del
tipo de personalidad del trabajador para ver de qué manera logra hacer más
eficiente su trabajo. Hay muchas herramientas que se utilizan para ello y lo
más importante aquí es que entendamos cómo se van a integrar entre ellos los
diferentes miembros del equipo. Sabemos que hay gente que habla, otros que
escuchan, otros que están siempre detrás de la acción viendo, mientras hay otros
quienes asumen el liderazgo desde el mismo primer momento. Esto solo es señal
que cada individuo, cada miembro del equipo, se comporta de una manera
diferente y poco a poco va a ser responsabilidad del jefe, gerente o dueño de empresa
entender la personalidad de las personas que trabajan diariamente con ellos.
Por otro lado debemos tratar de
conocer un poco más a fondo a nuestro personal. No quiero con esto que se
entienda que ahora vamos a tener una especie de vecindad en la oficina donde
todos conocen lo que le pasa a los demás. Por el contrario, lo que hablo aquí
es de un trato más personal e individualizado, tratando de entender las necesidades
de los miembros del equipo. Hablando con ellos diariamente, conversando,
conociendo sobre sus familias o sus preocupaciones, entendiendo sus necesidades
y sus hobbies, o saber que leen para llegar a tener una conversación
interesante sobre temas de actualidad. Son situaciones diferentes para algunos
de nosotros pero que comienzan a tomar importancia a la hora de solicitar un
trabajo eficiente y de calidad. ¿Cuándo fue la última vez que invitaron a
almorzar a sus equipos de trabajo?
Hay varios mecanismos que se están
utilizando hoy en día como elementos motivadores en el trabajo. Entre ellos
tenemos, por ejemplo, cursos y seminarios, dictados a veces por gente externa
pero en ocasiones por miembros del propio equipo que conozcan de algún tema en
particular - esto es un gran motivador; hacer sesiones especiales de integración
de los equipos, para lo cual existen facilitadores o coordinadores de actividades
que logran sacar a la persona de su ambiente diario y ponerlos a pensar en
temas diferentes; y aunque sencillo, algo muy especial es el reconocimiento que
se le da a la persona o al equipo por un trabajo bien logrado, por un esfuerzo
realizado o por un logro alcanzado. Un simple “gracias por el trabajo” puede
hacer grandes diferencias.
Cualquiera que sea la situación de la
empresa, hoy en día como gerentes, dueños, líderes de la comunidad o
simplemente miembros de un equipo, debemos siempre estar pendientes del aspecto
motivacional que impulsa el buen trabajo y la generación de nuevas ideas. Lograr
integrar a las personas debe ser una especie de meta diaria para cada uno.
Todos somos miembros de algún equipo, bien sea en la oficina, la iglesia, el
equipo deportivo con el cual jugamos o inclusive, nuestras propias familias.
Debemos por ello darnos cuenta que todos, miembros, colaboradores o directores
de un equipo, somos parte integral de los mismos, estamos obligados a trabajar
por nuestro equipo y la gente que lo conforma y por ende, debemos ocuparnos
sobre su motivación. El simple hecho de los términos que se utilizan ha venido
cambiando. Para los que tenemos algunos años trabajando, cada uno de nosotros era
un trabajador; hoy en día somos más bien colaboradores. Y cabe señalar que hay empresas
que van más allá, como Disney, que llama a todos sus empleados Cast Members. Al final, debemos motivar continuamente. A veces no nos saldrá bien, pero lo importante es tratar y mejorar, y hacerlo de una manera sincera, no solo por hacerlo. Así lograremos que ese miembro de nuestro equipo se sienta más especial, mejor identificado con nosotros y con el trabajo que debemos llevar a cabo y, sobre todo, cada vez más motivado.
Seguiremos motivando!. LV
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