Hay como es natural, una gran
emoción por el Mundial de Futbol en este 2018. Cada cuatro años se reúnen las
mejores selecciones de todo el planeta con una sola meta, ganar el trofeo de la
Copa Mundial de la FIFA que posiciona al equipo como la mejor selección del
mundo en ese momento. Estrategias, entrenamientos, cambios de último minuto, juegos
amistosos, logística, traslados, descanso de los jugadores, rendimiento físico
y otras consideraciones son analizadas cada minuto por el equipo y su tren directivo
junto con los directores técnicos de cada selección; todo ello antes de viajar
a la sede donde se disputarán los juegos del mundial.
Cada Director Técnico se
considera en ese momento un arquitecto de su propia estrategia, inteligente,
audaz y preciso, lo cual ha hecho que haya logrado reunir a un excelente grupo
de jugadores y staff para el equipo que espera se lleve no solo el trofeo sino
que alcance la gloria mundial. Y gran parte de esa preparación y esa visión de
ser ganadores viene desde la designación (contratación para las empresas) del staff
y la selección de los jugadores, hasta la definición y planificación de los entrenamientos
y las estrategias hasta el practicar y llevar a cabo la más perfecta de las
jugadas. Y así los equipos se encuentran en un riguroso programa de
entrenamiento y de generación de un alto desempeño permanente para lograr el
máximo rendimiento que se espera para los 30 días del torneo, ya que solo
llegarán a la fase final los más preparados, los que tengan mejores técnicas y
que logren engranar al mejor equipo. Es como un gran juego de ajedrez a escala
mundial.
Es por todo esto que hoy vemos al
director técnico de cada selección como un excelente gerente y un gran líder.
Si es cierto que hay equipos más famosos que otros, o selecciones con mejores
jugadores que ya son favoritas, pero como dicen, la pelota es redonda, siempre
hay sorpresas y todo puede pasar en el campo de juego. Ya las jugadas han sido
repasadas una y otra vez y lo que se desea es conocer a sus oponentes, anticiparse
a las posibles situaciones y verse disputando el juego de la final.
Si bien no soy fanático del
futbol, si disfruto lo que significa el mundial: los preparativos, las eliminatorias,
los juegos, las estrategias, los cambios y como se van definiendo las fases
desde las rondas eliminatorias hasta la final; y sobre todo disfruto de la emoción,
anticipación y pasión que todo ello genera. Y por supuesto de allí saco algunas
lecciones gerenciales que pueden ser útiles pues el deporte nos enseña, de
manera intensa, lo que se necesita para gerenciar y liderar una empresa, una
escuela o una fundación en el dinámico y cambiante mundo de hoy; en otras
palabras, nos enseña a mantenernos en un nivel de máximo rendimiento.
Sabemos que hay que hacerlo de
manera eficiente y ello se hace a través del talento humano en la organización.
Un líder necesita ser capaz de pronosticar el futuro; necesita conocer a su
personal mejor que nadie; necesita entender los desafíos que vienen, las
oportunidades que se presentan y estar listos para hacer la llamada - make the call – o mejor dicho, tomar la
mejor decisión durante el juego, lo que ayudará a su equipo y su empresa a
tener éxito. Ante la pregunta ¿Qué estás haciendo día a día para asegurarte que
como entrenador o líder estás listo para tomar la mejor decisión durante el
juego?, ¿cuál es tu respuesta?
Toda la empresa debe funcionar a
la perfección, desde operaciones, hasta mercadeo, entrenamiento, o finanzas y HR,
ya que todas son importantes para el éxito de la organización. Y en esto, el líder
debe estar viendo a su equipo desde todos los ángulos y entendiendo las
fortalezas y debilidades de cada jugador. Para hacerlo, los líderes deben
desarrollar una serie de elementos importantes que son la clave para el éxito: (a)
reclutamiento inteligente, (b) pensamiento
estratégico, (c) motivación diferenciadora y (d) hacer de todo un esfuerzo
colectivo.
Todo cambio es complejo; inclusive
retador, pero para iniciarlo, todo lo que tienes que hacer es dar el primer
paso y "es con una actitud decidida y determinada que todo lo que vamos a
afrontar se puede hacer de una manera positiva y así tomar las acciones
necesarias para abordar, iniciar y comenzar a tomar medidas en la dirección
correcta."
Pensar con un enfoque de
rendimiento y comenzar a tomar las decisiones correctas con una mentalidad
positiva y decisiva, le permitirá a toda empresa crecer y brillar en el medio
de una creciente competencia mientras desarrolla al máximo a su personal. Y
esto lo hacemos cuando logramos que cada uno de los miembros de nuestro equipo sea
cada vez más fuerte, desarrollando mejores aptitudes y mayores habilidades.
El sueño de
cualquier coach deportivo que comienza a dirigir un nuevo equipo; el de un
emprendedor que quiere convertir en realidad su idea; o el de un gerente que
entra a dirigir una empresa que necesita cambiar, se logra a través de una
transformación exitosa con una nueva visión que le permita levantar el trofeo en
el área en la que te desempeñes, desde el trofeo de la copa del Mundo o del
éxito de nuestras empresas. Y al final, todos somos de los visionarios que se atreven a tomar riesgos,
que ven más allá de las limitaciones y que nos rodeamos de gente talentosa con
hábitos de máximo rendimiento.
Luis Vicente
García Giliberti
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